Otero de Bodas recibió a Pedro Sánchez entre aplausos y gritos de “¡Ayúdanos, presidente!”, pero también con pitidos y gritos de “mentiroso” de dos paisanos que observaban a cierta distancia la llegada del presidente del Gobierno a la Plaza Mayor.

Allí le esperaban varios miembros de la BRIF (Brigada de Refuerzo en la Extinción de Incendios) de Tabuyo del Monte (León), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Esos “héroes” de casco amarillo fueron recibidos entre aplausos por los vecinos de Otero: “Gracias a vosotros no se quemó el pueblo”, gritaba una vecina. Los aplausos y abrazos que se llevaron los brigadistas fueron aún más efusivos que los dedicados a Sánchez.

Aplausos de los vecinos de Otero a los miembros de la BRIF. EMILIO FRAILE

El propio presidente, nada más bajarse del helicóptero que le trasladó de Madrid –acababa de comparecer en el Congreso– a la Culebra, lo primero que hizo fue estrechar las manos de esos miembros de la BRIF de Tabuyo y de una pequeña representación de la UME y de los medios de extinción de incendios la Junta de Castilla y León que también le esperaban en Otero de Bodas. Sánchez quiso agradecerles personalmente el trabajo que desarrollaron durante días luchando contra el fuego en primera línea.

El testimonio de los que apagaron el fuego: "Nos sentíamos desolados"

Uno de los técnicos de la BRIF, Jesús Alonso, relataba a este diario lo duro que había sido luchar contra un fuego tan inusual: “Ahora ya hemos descansado, pero estábamos como con resaca. Durante varios días duermes muy poco, revives una y otra vez todo lo que ha pasado en el incendio”. Los trabajadores de Tabuyo conocen bien la Sierra de la Culebra, por cercanía, y “nos seatíamos desolados”.

Pedro Sánchez saluda a un integrante de la UME. EMILIO FRAILE

Después del primer día de trabajo “nos dimos cuenta de que esto no era normal, se quemaron 14.000 hectáreas en una noche, con unos comportamientos que nunca se habían vivido en la península ibérica. Estábamos en una ola de calor, en época de sequía y se preveía inestabilidad, pensábamos que se podrían quemar cuatro o cincomil hectáreas, ¿pero 14.000 en una noche? Nadie se lo esperaba y el que lo diga miente”, aseveraba contundente el brigadista.

Cuando el incendio alcanzó esas dimensiones, los medios de extinción “nos teníamos que centrar en proteger los pueblos, y eso hace que tengas que dejar de lado la propagación del incendio”.

Llegada de Pedro Sánchez a Otero de Bodas. A su lado, Barcones y el alcalde de Otero, David Ferrero. EMILIO FRAILE

Tras los saludos Sánchez entró al Ayuntamiento de Otero de Bodas para firmar el libro de visitas, acompañado del alcalde, David Ferrero, y de la delegada del Gobierno, Virginia Barcones. Al salir del consistorio se detuvo con varias vecinas de la plaza, una de ellas centenaria, antes de desplazarse a uno de los montes de la Culebra calcinado por las llamas.

"Nos hemos quedado sin pastos"

Una visita de media hora que tan rápido llenó Otero de Bodas de cámaras y políticos como la vació una vez que el presidente se volvió a montar en el helicóptero, camino de Bruselas. En la plaza ya solo quedaba Modesto Bermejo y su recuerdo de la mañana de sábado en que fue evacuado de su pueblo. Se encontraba en la nave donde duerme su cabrada cuando la Guardia Civil les invitó a él y a su mujer a salir “con lo puesto”.

Modesto Bermejo, vecino de Otero de Bodas y cabrero. Emilio Fraile

Llegaron a Camarzana de Tera sin saber para cuánto tiempo, “pero nos recibieron con los brazos abiertos”. Aunque en el pabellón no cabía ni un alma más, los hosteleros del pueblo se volcaron con todos los evacuados, ofrecían comida y camas.Finalmente la noche la pasó con su mujer en casa de unos amigos en Mombuey. Un día y medio después pudo volver a casa

Ahora solo pide ayuda para alimentar a sus cabras. En Otero ya no queda pasto.