El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se personaba en mitad de la jornada del viernes en el Puesto de Mando Avanzado ubicado en Sarracín, el núcleo desde el que se coordinan a todos los efectivos de extinción de incendios. Desde allí, el líder autonómico comprobó el avance de los trabajos destinados a contener el fuego, pero sobre todo lanzó un mensaje de esperanza a todas las personas afectadas.

“Todos unidos vamos a luchar contra el fuego” y, una vez apagado, “la Junta de Castilla y León va a poner todos los medios a su alcance para que se recupere lo antes posible este terreno en el ámbito medioambiental , económico y social”.

Alfonso Fernández Mañueco y el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en Sarracín de Aliste. Alejandro Bermúdez

En este sentido, el presidente Mañueco mostró a algunos alcaldes que se encontraban en el lugar, como los de Riofrío (Sarracín y Cabañas) y Ferreras de Arriba, su disposición a apoyar a la gente que está perdiendo bienes o sus medios de vida por culpa del incendio, algo especialmente importante en los pueblos de la sierra de la Culebra, donde los aprovechamientos cinegéticos, micológicos y madereros están entre las principales fuentes de ingresos para familias y municipios

Ayuda de otras administraciones

Asimismo, el presidente de la Junta de Castilla y León expresó su apoyo a “a quienes están luchando a brazo partido en el operativo”. En este sentido, Mañueco afirmó “sentirse muy orgulloso de pertenecer a España, y a la España de las autonomías” ya que la Junta de Castilla y León ha recibido el apoyo del Gobierno de España, a través de la Unidad Militar de Emergencias y del Ministerio de Transición Ecológica –que también envió aviones y cuadrillas– así como el apoyo de los gobiernos autonómicos de Galicia, Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha, que han compartido sus recursos de extinción con Castilla y León.

El incendio, en la noche del viernes. Emilio Fraile

Por la mañana trabajaban en el operativo 369 personas, de las cuales más de 200 las aportaba la Junta de Castilla y León y las demás el Estado y las autonomías vecinas. Por la tarde, el Gobierno de España anunciaba que redoblaba los efectivos destinados a Zamora, de tal modo que la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegaba en la provincia 122 militares y 53 vehículos terrestres listos para actuar en cualquier momento, y el Ministerio de Transición Ecológica aportaba 4 aviones –tres anfibios y uno de coordinación– y tres brigadas de refuerzo (BRIF).

Vehículos de la Unidad Militar de Emergencias, parte del contigente movilizado por el Gobierno. | Emilio Fraile

Por otro lado, el Gobierno solicitó a la Unión Europea la activación del programa de observación “Copernicus” para obtener información satelital de la sierra de la Culebra.

Otra institución implicada en el operativo es la Diputación Provincial de Zamora, que aportó dos camiones y dos dotaciones del Consorcio Provincial de Bomberos, además de un camión y una dotación de la Mancomunidad Tierras de Aliste, que tiene un convenio con el Consorcio Provincial.

El presidente de la Diputación, Francisco Requejo, en el lugar del incendio. | Cedida Alejandro Bermúdez

El presidente de la Diputación, Francisco Requejo, visitaba por la mañana las localidades afectadas por el fuego y a las personas desplazadas de las poblaciones evacuadas. “Lo primero es conseguir la seguridad de las personas, y a partir de ahí evaluaremos los daños y qué medidas tomamos para apoyar a estos municipios”, declaraba. Por la tarde José María Barrios visitaba a los desplazados en los pabellos de acogida.

Incendio en Ayoó de Vidriales

A los problemas de la Sierra de la Culebra se unió, en la tarde de ayer, un incendio diferente en el término de Ayoó de Vidriales en el peor momento, cuando todos los medios de extinción de Castilla y León y los llegados de otras autonomía concentraban sus esfuerzos en la Culebra.

Esto obligó a destinar a Ayoó tres cuadrillas de tierra con tres autobombas y a tres agentes medioambientales, además de un helicóptero con una cuadrilla helitransportada ELIF, a los que más tarde se unieron dos helicópteros más con sus correspndientes ELIF y una brigada de refuerzo (BRIF) de tierra del Gobierno.