Donar sangre es un gesto sencillo, quizá cotidiano para miles de personas, pero vital para quien sabe que su vida depende de ello. Este martes se conmemoró el día mundial que reconoce a aquellos ciudadanos que practican esta forma de altruismo y que ponen la empatía por delante sin mirar hacia otro lado. En Zamora, la hermandad de donantes organizó varias acciones para festejar una jornada que también ayuda a visibilizar la labor del colectivo.
La primera cita del día tuvo lugar ante el monumento al donante, ubicado cerca del parque de Las Viñas. Allí se plantaron los representantes de la hermandad, arropados por los responsables políticos de la Subdelegación del Gobierno, la Diputación y el Ayuntamiento. El respaldo económico de las instituciones resulta decisivo para mantener la actividad.
Reconocimiento a los que no están
Así lo reconoció el vicepresidente del colectivo, Jesús Murias, tras realizar la habitual ofrenda floral que valió para honrar a los donantes que ya no están. Las palabras del responsable de la hermandad sirvieron a su vez para recordar el valor de la sangre para los tratamientos enfocados a combatir el cáncer o para las transfusiones.
La importancia de estas cuestiones llevó a los zamoranos a realizar 5.500 donaciones durante el año 2021, y este 2022 avanza “a buen ritmo”. Eso sí, esa progresión depende en buena medida de “cómo se organicen las colectas” y del grado de respuesta de una ciudadanía que actúa voluntariamente.
En cuanto a los requisitos para donar, Murias recordó que lo principal es tener 18 años cumplidos, mantener un peso por encima de los 50 kilos y encontrarse en buenas condiciones de salud. Si no se cumple una de esas condiciones, no se puede colaborar.
En todo caso, el vicepresidente de la Hermandad de Donantes de Sangre añadió una condición que, a su juicio, resulta básica para formar parte de esta comunidad: “Ser una persona empática que entiende a los demás y sus necesidades”, concluyó Murias.
