La marca "Zamora Enamora" ya está registrada de forma oficial en la Oficina Española de Patentes y Marcas. El logo y eslogan ganadores del concurso internacional para la Marca Zamora queda a disposición de todos los ciudadanos, colectivos, asociaciones y empresas, que pueden usarlo de forma libre y gratuita para la promoción de la provincia.

Si quieres usarla, no tienes más que acceder a la web de Zamora 10 y descargarla. Lista para su uso libre en cualquier tipo de soporto y producto.

El registro ampara los siguientes productos y servicios protegidos:

Clasificación de Niza 09, 16, 18, 25, 30, 31, 32, 35, 39 y 43

Clasificación de Viena 02.09.01., a favor de la Asociación para el Desarrollo Zamora10


Zamora 10 anuncia que a corto plazo presentará al sector empresarial zamorano el protocolo de adhesión a la marca Zamora.

Polémica atrás

Con el registro de la marca por parte de la Oficina Española de Patentes y Marcas "se da un paso importante y trascendental para el desarrollo de la marca Zamora" al permitir establecer una estrategia para todas las acciones comunicacionales y promocionales del sector público y privado de forma conjunta, según apunta el gerente de Zamora 10, Francisco Prieto Toranzo.

El registro llega semanas después del rifirrafe entre el propio Prieto Toranzo y el concejal de Turismo en Zamora, Christop Strieder, al entender este último que la utilización de la marca Zamora Enamora, de cuya elección se cumple ahora un año, ha sido “un fracaso total”. La respuesta fue inmediata y el reproche por la "falta de uso" de la marca por parte del Ayuntamiento no se hizo esperar.

El premio de los 10.000 dólares

La marca ganadora se erigió hace un año entre 58 participantes del concurso internacional de ideas lanzado por la plataforma para el desarrollo Zamora 10. El jurado, presidido por Lluís Bassat, defendió que se trataba de una frase “imbatible” con un logotipo que cuenta con un desarrollo gráfico “muy acertado”. Además, la agencia que lo ejecutó–y que se llevó un premio de 10.000 dólares– dejó la puerta abierta a cambiar los colores en función de si se promociona la historia, la naturaleza, el arte o la gastronomía.