La romería de La Hiniesta, considerada por muchos expertos como la más antigua de España, regresa este lunes de pentecostés para unir Zamora con el pueblo que da nombre a la celebración. La imagen de la Virgen de la Concha regresará a las calles para recorrer los seis kilómetros que separan ambos municipios, junto a la comitiva de devotos que le hará el acompañamiento a pie como marca la tradición.

La Virgen de la Concha, durante la misa en su honor celebrada este sábado. | Ana Burrieza

Una cita emotiva

La de este año será una de las citas más emotivas de los últimos tiempos para los fieles, y es que el impacto de la pandemia eliminó la romería en 2020 y 2021. Esta vez sí habrá viaje hasta La Hiniesta, aunque se mantendrán ciertas precauciones para evitar riesgos sanitarios innecesarios. Hay que recordar que esta cita se celebra desde el año 1291, por lo que se trata de uno de los eventos señeros de la provincia, y la previsión es que miles de personas acudan a celebrar una jornada de convivencia.

La programación

Desde luego, el día se presume largo, y es que todo comenzará con una misa que tendrá lugar a las ocho de la mañana en el templo de San Antolín. Ahí se percibirá alguna de las limitaciones impuestas para evitar problemas relacionados con el COVID, y es que la celebración se realizará con el aforo perfectamente controlado.

Terminada la misa, la procesión partirá rumbo a La Hiniesta con la habitual visita previa a la “prima”, la Virgen del Yermo, al paso por San Lázaro. Este año, la imagen saldrá a las puertas del templo para evitar aglomeraciones ,y allí mismo se entonará Salve.

Llegados a la Cruz del Rey Don Sancho se adorará a al niño, pero no con el beso, sino con una genuflexión, medida más higiénica en los tiempos que corren. El camino a La Hiniesta se hará en grupos lo más separados posible y sin convite de pastas, según comunicaron desde la organización.

La previsión es que, en torno a las once de la mañana, el pueblo de La Hiniesta reciba al de Zamora, con saludo de pendones e intercambio de bastones de mando que los alcaldes se habían cedido previamente en la rogativa de San Marcos. No habrá restricciones para ver este acto.

A partir de ahí, este año la cofradía ha eliminado la comida de hermandad, al menos tal y como se venía haciendo en los últimos años previos a la crisis sanitaria, para sustituirla por un arroz a la zamorana popular, con un coste de diez euros, un precio que será más barato para los hermanos.

La comida

Según comunicaron los organizadores, se servirá el arroz, con bebida y postre en el frontón que cede el Ayuntamiento y además se podrá comer sentado. La cofradía quiere evitar así concentrar a mucha gente en un sitio cerrado como se hacía en la comida habitual. Eso sí, valorará la experiencia para ver si esta fórmula de comida más popular se mantiene o bien se vuelve al almuerzo de antes.

En todo caso, antes de pensar en lo que se hará en futuras ocasiones, toca disfrutar del regreso de una romería que resiste el paso del tiempo y que volverá a recuperar su carácter habitual.

Fin a las celebraciones atípicas y al traslado en furgoneta

La recuperación de la normalidad en la romería de La Hiniesta aparcará la sensación un tanto extraña que sintieron los fieles durante los años 2020 y 2021. “Habrá que esperar a ver si ya el próximo año podemos festejar este día tan señalado”, manifestaba una vecina de la localidad hace doce meses. Y la paciencia dará hoy sus frutos. La frialdad reciente dará paso a la algarabía.

Hay que recordar que, todavía el año pasado, lo que debería haber sido una jornada festiva y religiosa marcada por la unión de ambos municipios, se limitó a dos misas y el traslado de la imagen de la Concha a la iglesia de La Hiniesta en furgoneta y sin romeros, con la finalidad de evitar el recorrido a pie tradicional y que la imagen pudiera acudir, como manda la tradición, a la iglesia de Santa María La Real de La Hiniesta.

Aquel día comenzó con la tradicional misa en la iglesia de San Antolín de la capital, pero acabada la ceremonia se vivió uno de los momentos que, sin duda, se recordará toda la vida. Y es que, por primera vez en su historia, la Virgen de la Concha fue trasladada en un furgón preparado para la ocasión de forma discreta y totalmente tapada para proteger en todo momento la imagen. Ya en la iglesia de Santa María la Real de La Hiniesta, varios hermanos de la cofradía descargaron a la Virgen de la Concha del vehículo para introducirla en el templo. Una vez vestida, la imagen se situó en el altar mayor, junto a la Virgen de La Hiniesta.

La cofradía realiza la misa previa y su asamblea anual

La cofradía de la Concha celebró este domingo la misa habitual previa a la jornada festiva, y también su asamblea anual, que incluyó el informe del presidente, Ricardo Flecha. Hay que recordar que el actual mandatario se estrena hoy al frente de la romería, a pesar de que lleva en el cargo desde noviembre de 2019. Las circunstancias de la pandemia han querido que ni en 2020 ni en 2021 se celebrase con normalidad esta cita, por lo que será hoy cuando Flecha pueda procesionar junto a la virgen hasta La Hiniesta como dirigente de la cofradía.

El mandatario sustituyó en el cargo a Florián Ferrero, que ocupaba la presidencia desde 2010, año en el que a su vez relevó a otro histórico y longevo presidente, Conrado Eguaras. En principio, todo debería discurrir con relativa normalidad en esta ocasión, incluido el tiempo. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología habla de una jornada más bien soleada, con temperaturas suaves y sin riesgo de lluvia. Los termómetros podrían marcar máximas de 27 grados y mínimas de 11 en el entorno en el que se celebrará la romería, por lo que los asistentes evitarán tanto el agua como las temperaturas extremas que, en ocasiones, afectan a los asistentes. No en vano, en determinadas ediciones, el mercurio ha superado con creces los treinta grados, una circunstancia que ha castigado a los caminantes durante un trayecto que no siempre ha sido tan cómodo como se prevé en esta oportunidad.