“Era entrar a la cárcel y ya te metías en situación”, afirmó Alberto Ammann, uno de los protagonistas de Celda 211, al hablar sobre la localización escogida para el rodaje de la película de Daniel Monzón. Ese escenario no es otro que la antigua prisión de Zamora, que “enamoró al director” en la primavera del año 2008. En aquella época, el cineasta y su equipo viajaron por varias penitenciarías en Francia, Portugal y otros puntos de España, pero se quedaron con este recinto en desuso, que había servido en su día para encerrar a los sacerdotes reclusos.
Pese al estado de deterioro de la instalación, con zarzas y árboles en los patios, excrementos de aves y cristales rotos por doquier, el equipo de Celda 211 se quedó prendado de la cúpula y del módulo tres, que conserva su exterior como antaño. Esa cárcel es solo una de las localizaciones de la provincia que, a lo largo de las décadas, ha servido como telón de fondo de un rodaje. Ahora, la idea de la Asociación Zamorana de Turismo Rural (Aztur) es aprovechar ese pasado cinematográfico para crear experiencias atractivas para los visitantes.
La presidenta del colectivo, Patricia García, explica que esa idea partió del colectivo Cinema Travel, que se puso en contacto con distintas asociaciones para proponerles esta alternativa. Juntos, los implicados en el proyecto aspiran a recibir una subvención importante para poner en marcha la idea. En concreto, Zamora cuenta con ingresar 150.000 euros, si finalmente se acepta la propuesta.
“Hemos puesto como ejemplo el caso de Celda 211, porque es la película que conoce todo el mundo”, apunta García. No hay que olvidar que el film de Monzón se convirtió en un gran éxito de taquilla y que obtuvo hasta ocho premios Goya. Ahora bien, conviene recordar que ya previamente Zamora había acogido un buen puñado de rodajes cinematográficos.
Sanabria y Sayago
Aquí, Sanabria aparece como una de las localizaciones predilectas para los cineastas. Ya hace más de 60 años, la comarca zamorana se convirtió en el escenario de parte del rodaje de “Maribel y la extraña familia”, una película de José María Forqué que implicó a algunos habitantes de la zona para dar forma al decorado.
Más recientemente, también Sayago tuvo la oportunidad de acoger la grabación de la película “Sombras en una batalla”, otro film que resultó premiado en los Goya y que contó con Mario Camús en la dirección y con Carmen Maura y Tito Valverde en el reparto.
La idea de Aztur es aprovechar estas localizaciones para “crear experiencias turísticas que vayan acorde con las películas”. A vuelapluma, García pone como ejemplo la posibilidad de montar un “escape room” o un cluedo en vivo en torno a Celda 211 o de impulsar unas jornadas gastronómicas vinculadas al argumento de otras cintas: “Hemos propuesto hacer un viaje por las comarcas para ver qué se ha hecho y crear esos proyectos en consecuencia”, aclara la responsable de la asociación.
"Profesionalizar el sector"
Esta iniciativa se enmarca en la inquietud de Aztur por “profesionalizar” el sector en Zamora e impulsar así un turismo más experiencial y adaptado a los tiempos: “Ahora, el 90% de la gente que viene quiere probar una casa rural en un pueblo, hacer una barbacoa y poco más”, desliza Patricia García, que aboga por incentivar un mayor movimiento que redunde también en un beneficio superior para los negocios.
“Hay que dar forma a estos paquetes turísticos, porque si no los visitantes no consumen”, añade la representante de la asociación, que también ha solicitado una subvención de 50.000 euros para actividades náuticas, que se suma a la anterior relacionada con el cine. Esta segunda propuesta busca montar experiencias vinculadas al ámbito fluvial, lo que podría beneficiar a las distintas zonas de baño que existen en la provincia.
El objetivo último es conseguir más visitas, hacerlas más prolongadas y explotar su rentabilidad para todo el circuito económico que se beneficia del turismo. “A mí me gustaría ir mucho más allá y que Zamora contara con un hub de innovación vinculado a nuestro sector, que aprovechara la presencia de los estudios relacionados con el ámbito audiovisual y el grado en aplicaciones 3D”, matiza García, que apuesta por dar más pasos hacia el futuro.
