Existen colectivos de especial vulnerabilidad cuya vida cotidiana, sus necesidades y retos para afrontar una situación compleja, pasan desapercibidos para la gran mayoría de la sociedad. En muchas ocasiones, la falta de recursos para dar a conocer sus preocupaciones y necesidades los somete a un estado de invisibilidad que, en muchos casos, les afecta a la hora de encontrar apoyos tanto en la administración pública como a través de iniciativas privadas.

La Fundación Alimerka ha establecido un compromiso con aquellas entidades que trabajan por mejorar la calidad de vida de estas personas, apoyando económicamente sus proyectos y también contribuyendo a su difusión. La exposición “Nuestros vecinos invisibles” busca dar visibilidad a estas personas y familias, y a tantas organizaciones que les prestan sus servicios con ejemplaridad pero también con discreción, a través de una muestra fotográfica itinerante que servirá de base para diversas actividades y encuentros.

Una de las imágenes de la exposición 'Nuestros vecinos invisibles'. Mercedes Blanco

Experiencias e historias de vida que merecen ser compartidas

“Al visitar y conocer todas las entidades con las que colaboramos hemos descubierto experiencias e historias de vida que merecen ser compartidas. Hablamos de casos de familias y personas anónimas que, asumiendo un liderazgo social ejemplar, crearon proyectos para mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad, con enfermedades crónicas o en situación especialmente vulnerable. Mostrar su vida cotidiana a través de estas fotografías es un forma de acceder a su realidad y apreciar su trabajo. Y también nos ayuda a valorar muchas posibilidades de colaboración con asociaciones que trabajan en la sombra, aunque muy cerca de nosotros”, explica Antonio Blanco, director de la Fundación Alimerka.

"Exposiciones así te hacen reconciliarte con el ser humano y poner en valor la importancia de la empatía y del cuidado mutuo”

Los autores de las imágenes, los fotógrafos Mercedes Blanco, Pelayo Lacazette, Noé Baranda y Marta Areces, han retratado la realidad cotidiana de colectivos muy diversos: discapacidad, problemas de salud mental, sinhogarismo, Alzheimer y otras demencias, migración, Trastorno del Espectro Autista, etc. Natalia Alonso, comisaria de la exposición, reconoce la dificultad de seleccionar las fotografías que componen la muestra: “Lo más complicado ha sido lograr el justo equilibrio entre el mensaje a transmitir y la estética. Solo contenido no era suficiente y solo estética tampoco. La calidad de la fotografía tenía que ir a la par del mensaje transmitido, que es muy potente. Y ello logrando la mayor dignificación y respeto posible por los protagonistas”. Alonso considera muy positiva su experiencia en este proyecto porque “en medio de una situación global marcada por una sociedad en conflicto y profundamente individualista, exposiciones así te hacen reconciliarte con el ser humano y poner en valor la importancia de la empatía y del cuidado mutuo”.

Un total de cuarenta y tres entidades, quince de ellas de Castilla y León, y una de ellas de Zamora, Casa Betania, participan en la muestra, que estará en el Museo Casa Botines Gaudí de León (sala semisótano) del 23 de mayo al 3 de julio.

Una quincena de organizaciones de Castilla y León

Quince entidades sociales de Castilla y León tienen presencia en las fotografías de la exposición (Accem Burgos, AFA Astorga, Alces, Alzheimer León, Alcordanza, Asocyl, Aspace León, Atalaya Intercultural, Autismo Valladolid, Casa Betania de Cáritas Zamora, ELA Castilla y León, Proyecto Convivo, Salud Mental León y San Vicente de Paúl de León - ‘Centro de día Concepción Arenal’). En las imágenes aparecen diferentes protagonistas de las mismas, desde usuarios hasta miembros de la junta directiva pasando por trabajadores y voluntarios. “Con ‘Nuestros vecinos invisibles’ aprendemos, todos juntos, a transformar nuestros problemas en maravillosas oportunidades. Agradecemos a Fundación Alimerka su constante apoyo que, sin duda, da luz y abre puertas también a la sordoceguera. Siempre lo decimos: si de verdad conocieras las auténticas necesidades de los colectivos más vulnerables y olvidados sería muy difícil, casi imposible, no sentir y comprender, en su más amplia dimensión. Inténtalo, ¡te queremos cerca!”, asegura Patricia Zorita, presidenta de la Asociación de Sordociegos de Castilla y León (Asocyl).

Visibilidad para las personas sin hogar

Desde Casa Betania, recurso para personas sin hogar de Cáritas Zamora, reconocen la importancia de sensibilizar sobre la necesidad que atienden y recalan la importancia del voluntariado. Así lo explica Beatriz Carracedo, trabajadora social: “Trabajamos con un colectivo hay que es necesario dar visibilidad, como son las personas sin hogar. Por eso agradecemos a la Fundación Alimerka su solidaridad con Casa Betania y que nos haya incluido en este proyecto. También queremos poner en valor la encomiable labor de nuestros voluntarios, pilar fundamental de nuestra Cáritas. Sin ellos no sería posible llegar a tantas personas”.

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La Fundación Alimerka ha organizado también una programación de encuentros con los protagonistas para que ellos mismos compartan con el público sus historias personales. Estas citas tendrán lugar en la propia sala de la exposición durante los sábados 4, 11 y 18 de junio, de 11.00 a 13.30 horas.