Cuando apenas quedan unas pocas semanas para las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), que se celebran entre el 7 y el 9 de junio, la tensión empieza a palparse en muchas habitaciones y bibliotecas. La antigua Selectividad es el primer gran filtro al que se enfrentan la mayoría de estudiantes. La ‘madre de todos los exámenes’, teniendo en cuenta que nunca hasta ahora han realizado exámenes encadenados durante tres días en las que se juegan el poder entrar o no en la carrera deseada. Todos están bajo una fuerte presión por sacar la calificación necesaria. Por eso, son días de nervios, de presión, así que la gestión emocional es casi tan importante como la académica.

La pregunta del millón

Lo que muchos estudiantes se preguntan estos días es ¿Quién redacta los exámenes de selectividad?

Los exámenes los redactan las comisiones organizadoras de las universidades (en el caso de Zamora, la Universidad de Salamanca) que, a su vez, comisiones con coordinadores responsables de redactar los exámenes de cada materia. Se trata de especialistas en su campo con alta reputación académica. Estos, tienen el deber de realizar varias propuestas, cuatro generalmente, para remitirlas a la comisión organizadora de las pruebas. Esta hace un sorteo que determina los conceptos que entrarán en el examen. Si bien en varias pruebas ya vienen previamente controlado mediante estándares de aprendizaje.

Consejos para afrontar la selectividad

La psicóloga Amparo Calandín, directora de la clínica que lleva su nombre, aconseja seguir unas pautas para evitar que la ansiedad anule al estudiante ante unas fechas tan exigentes. Y la primera es tener una buena organización, con mayúsculas. Los atracones de café y los maratones de estudio a última hora no son buenos consejeros. En algunos casos sale bien, es cierto, pero no es lo habitual. "Es fundamental llevar una buena planificación, tener un calendario para seguirlo, ceñirte a él y no ir al libre albedrío", afirma la psicóloga.

Organizarse, explica Calandín, "nos va a dar mucha seguridad, ya que vamos ir viendo que estamos cumpliendo objetivos y nos va a ir dando confianza al ver que estamos cumpliendo ciertos hitos", asegura. Planificarse es pautarse el tiempo. Estudiar y descansar. Y volver a estudiar, desconectar y descansar. "Hay que seguir un planning diario, con un número de horas para estudiar, de forma que vayamos alternándolas con descansos. No se trata de estudiar sin parar", añade la experta.