No cabe duda alguna que la actuación del sábado tuvo un altísimo nivel, como comentaban algunos peñistas: “Estos juegan en otra división”. Y efectivamente, tanto cantaor como guitarrista impartieron lección magistral de arte, conocimientos, poderío, profesionalidad y saber estar. Alfredo, como ya dije en la previa del mismo sábado, había estado en Zamora, cinco años atrás, justo antes de alzarse con la Lámpara Minera en el Festival Internacional del Cante de Las Minas, en La Unión, además de cinco primeros premios, y es de los que claramente prestigian al Festival – Concurso. El tocaor, granadino de nacimiento, estuvo al mismo nivel por lo que la velada resultó perfecta. Hay que recordar que Tejada estaba programado para actuar en nuestra ciudad hace dos años, con motivo del I Ciclo Flamenco “Amigos del Cante”, justo en marzo cuando se decretó el confinamiento, no obstante La Peña tiene intención de ponerlo nuevamente en circulación para octubre, con motivo del décimo aniversario de la pérdida del insigne flamencólogo D. José Blas Vega.

Abrieron por guajira para continuar con malagueñas de Enrique El Mellizo. La corta en la línea de Gayarrito y Manolo Caracol y la grande siguiendo la estela de El Pena, rematan con fandango abandolao de Lucena y rondeña. Para abrir boca, perfectos. Con estos primeros compases todos fuimos conscientes del grandioso recital que nos esperaba.

Siguen por soleares apolás, la primera recordando a Fosforito, Silverio Franconetti, tercera en la línea de El Pele, cuarta y quinta, las dos de Antonio El Portugués, la última siguiendo a Cobitos, la siguiente de El Arenero y la última muy inspirada en Pepe Marchena. Sin duda, una excelsa muestra de su enorme potencial cantaor y erudito.

Tientos – tangos con pinceladas de los extremeños, Niña de Los Peines y Manolo Vargas. Descanso.

Reanudan por cantiñas, cinco, alternadas por dos alegrías.

“Bueno ahora vamos a ponernos serios, seguiriyas”. Monumental interpretación de la gaditana de Francisco La Perla, Manuel Torre, muy personal, y, apoteósico en la de cierre, por Juan Junquera.

Alivian la tensión emocional con alegrías de Cádiz. Si cierras los ojos y los escuchas, se muestran como dos artistas gaditanos. Nadie podría decir que nada tienen que ver con La Tacita.

Rematan el magistral concierto por una riestra de fandangos de Huelva: Aznalcóllar, Almonaster, Alosno, Aljaraque y Encinasola, y los personales de Antonio Rengel y Paco Toronjo.

Hay que resaltar, que tanto cantaor como acompañante son muy capaces de generar innovación a partir de las estructuras clásica. Por eso ellos engrandecen este mayúsculo arte donde todos los palos están inventados, pero la interpretación le confiere un enorme plus de creatividad artística. Y esa es el alma que hace que el flamenco siga en nuestras vidas desde hace más de doscientos años con total frescura. Y ellos son un ejemplar modelo de referencia artística.

Aplausos prolongados durante varios minutos y el numeroso público puesto de pie. Cantaor y guitarrista, han dejado considerable impronta en “Amigos del Cante”.

La próxima aventura de La Peña consiste en el desplazamiento a Sevilla el próximo 4 de junio. Proyecto pergeñado por el presidente Santiago García Martín y secundado por Eduardo Abril e Iván Villares, en dicho viaje, además de alojarse en el corazón mismo de la capital hispalense están previstas diversas actuaciones en otras peñas además de visitas guiadas por la ciudad. Y aquí lo contaremos a su debido tiempo.