Catedrático de Derecho Administrativo, el palentino Ricardo Rivero Ortega es rector de la Universidad de Salamanca desde 2017. Durante sus cinco años de mandato se ha ampliado la oferta educativa del Campus Viriato de Zamora y se ha profundizado en la colaboración con empresas de la provincia para facilitar el aprendizaje y las perspectivas laborales de los estudiantes. Con el curso 2021-2022 a punto de terminar, el Campus Viriato abre un nuevo periodo de preinscripción y matriculación.

–La Universidad de Salamanca hace importantes esfuerzos para crear sinergias entre el Campus Viriato y empresas de la provincia. Destaca el acuerdo firmado con una empresa puntera a nivel internacional como Latem Aluminium, ¿qué ventajas suponen estas iniciativas para los estudiantes y egresados?

–La ventajas propias de la colaboración Universidad-empresa, que son muchas. Especialmente en el área de las ingenierías, en titulaciones como Ingeniería de Materiales, Aplicaciones 3D Interactivas o Ingeniería Civil. Las experiencias de economía circular como la que desarrolla Latem Aluminium, que es una empresa puntera en esta área, comprometida con el desarrollo del territorio, están siendo muy favorecidas por las políticas europeas. Que nuestros estudiantes conozcan in situ a través de prácticas los procesos industriales que pueden generar riqueza a partir de objetos que consumimos y desechamos, como envases, es muy importante. Ya teníamos dos grupos de investigación en el Campus Viriato trabajando en el área del aluminio, así que la instalación de Latem en la provincia de Zamora ha llegado como agua de mayo.

–Otra apuesta para que los graduados tengan oportunidades en la provincia está en el Plan de Empleo Juvenil recién firmado con la Diputación de Zamora.

–Ya teníamos alguna experiencia similar con la Diputación de Salamanca. Que los gobiernos locales intermedios se comprometan también en sus políticas de fijación de población con las oportunidades de la gente joven es muy importante. Formamos talento en los campus universitarios, en este caso en Zamora, pero si luego no hay una visibilidad de los desarrollos profesionales corremos el riesgo de que ese talento se traslade a núcleos de desarrollo más poblados. Tenemos que completar en Zamora el ciclo vital de manera que los titulados que busquen desarrollar sus proyectos en el territorio puedan hacerlo.

–También colaborarán con la Diputación en el futuro parque tecnológico dedicado al desarrollo de la “Silver Economy”, ¿qué potencial ve a este proyecto?

–La Fundación General de la Universidad de Salamanca ha participado en varias de las actividades hasta ahora organizadas en la estrategia “Silver Economy” de la Diputación de Zamora. Necesitamos aterrizar con propuestas ya de creación de empleo y empezar a edificar. Tenemos la experiencia de lo que supuso en Salamanca el Parque Científico-Empresarial de Villamayor y estamos dispuestos a colaborar en todo. Ahora es muy importante que haya también iniciativa privada que traduzca en propuestas de servicios innovadores esa idea que a mi me parece inteligente.

–Los datos evidencian que el Campus Viriato también fomenta el emprendimiento, ¿cómo inculcan ese espíritu emprendedor en los alumnos?

–En la Politécnica contamos, ya desde hace años, con profesoras y profesores especializados en sus equipos de investigación precisamente en esta cultura emprendedora. Por otro lado, las escuelas de ingenierías son lugares propicios, si disponen de las instalaciones adecuadas, por ejemplo “fab labs” (laboratorios para el desarrollo de proyectos) para que los estudiantes experimenten con modelos que puedan ser ensayados en el mercado. La UE financia ese tipo de soluciones y la Junta de Castilla y León lleva también años impulsando programas que financian colaboración entre profesores, tutores y estudiantes para ensayar soluciones tecnológicas que sean comercializables. Este tipo de programas han llevado en grados como Ingeniería Informática, por citar alguno, a favorecer la cultura emprendedora.

–¿Puede hacer un balance tras el primer curso de una carrera tan innovadora como es el Grado en Aplicaciones 3D Interactivas y Videojuegos?

–En mi última visita al Campus Viriato estuve hablando con los equipos directivos, con los docentes y con representantes de la delegación de estudiantes y recibí varios comentarios de los responsables de la Politécnica en el sentido de que el alumnado del primer curso del Grado en Aplicaciones 3D Interactivas y Videojuegos era un grupo extraordinariamente dinámico, motivado e integrado. Eso es la mejor noticia.

–Además de esas titulaciones novedosas, el Campus viene incorporando titulaciones de doble grado que también ayudan a hacer la oferta educativa en Zamora cada vez más atractiva.

–El Campus Viriato va a crecer en estudiantes porque la oferta académica ha crecido, y porque las familias se van dando cuenta de que el futuro laboral con mejores condiciones retributivas y oportunidades profesionales pasa por las carreras técnicas, y creo que va a haber más familias que van a animar a sus hijas e hijos a que opten por una ingeniería. En este contexto que estamos viviendo, en que hay condiciones económicas no siempre favorables, las familias quieren que sus hijas e hijos disfruten de las oportunidades que disfrutan los titulados en ingenierías, que se los rifan en las empresas. Pueden elegir dónde trabajan, pueden negociar su sueldo, tienen garantizado un alto nivel adquisitivo, tienen garantizada la elección del lugar donde trabajan, y tienen garantizada progresión profesional, algo que no ofrecen todos los estudios. Hemos hecho un gran esfuerzo para visibilizar esa realidad. Creemos que muchas familias de Zamora y de la zona noroeste de España van a optar por Zamora porque es una ciudad segura, es accesible económicamente, y tienen la garantía de que al terminar los estudios van a tener un trabajo bien remunerado.

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–Tras la vuelta a la normalidad en las aulas, ¿qué balance hace de las dificultades superadas en los dos últimos años para continuar con la docencia?

–Hay muchas universidades de todo el mundo que siguen funcionando en modo telemático. La Universidad de Salamanca desde septiembre del año pasado está en el 100% de presencialidad, y el curso anterior se desarrolló en un modo bimodal. Cuando esto se lo cuento a responsables académicos de otros países les parece extraordinario. Yo he estado en los últimos días con los responsables de universidades muy importantes de Estados Unidos, México, Italia, o Alemania, y ninguna ha tenido el grado de presencialidad que ha tenido la USAL. Mucha gente pensaba que esto era imposible y se ha logrado gracias a un esfuerzo colosal de personas convencidas de que la calidad de la educación superior merecía ese esfuerzo. Además se ha demostrado que ese esfuerzo no ha supuesto un agravamiento de las condiciones sanitarias, porque en las aulas la actividad estructurada evitaba los contagios que se producían, sin embargo, en contextos de vida social menos estructurada, como pudimos comprobar con el seguimiento de la epidemiología en tiempo real. La USAL fue una de las pocas universidades de España que no cerró ni un solo día desde septiembre de 2020. En otras zonas del mundo ha habido jóvenes que han estado dos años sin conocer a sus profesores ni a sus compañeros, y eso es una pérdida gravísima de calidad de la educación superior, en cambio en la USAl esa calidad de la educación superior se ha garantizado.