La pandemia sigue dejando casos de coronavirus en la provincia, pero vuelve a mostrar signos de debilidad, tras el repunte registrado después de Semana Santa. El parte emitido este viernes por la Consejería de Sanidad reflejó varios datos que invitan al optimismo de la ciudadanía y que permiten encarar el verano con buenas perspectivas. Quizá, el más reseñable tiene que ver con el descenso del número de personas ingresadas en el Complejo Asistencial de Zamora a causa del COVID.

El pasado martes, la cifra de hospitalizados por culpa del coronavirus ascendía a 67, mientras que, tan solo tres días después, ese número había descendido hasta los 52, una noticia que invita a la esperanza y que se combina con la ausencia de pacientes con esta patología en la Unidad de Cuidados Intensivos. El poco más de medio centenar de ingresados está en planta, donde las altas se están sucediendo con una cierta agilidad. En los tres días que van de parte a parte sanitario, se marcharon a casa 29 pacientes COVID.

Sin fallecidos en las últimas horas

Otra de las buenas noticias que deparó la información conocida este viernes tiene que ver con la ausencia de fallecidos por COVID en las últimas 72 horas, según Sanidad. Durante las últimas semanas, se había vuelto una triste costumbre la contabilización de varias víctimas de la pandemia en cada actualización estadística por parte de la Junta de Castilla y León. De hecho, el martes, Zamora llegó a los 600 decesos a causa del virus en las dependencias hospitalarias pero, por suerte, esa cifra no se ha movido desde entonces.

En cuanto a los casos, Zamora registró 229 contagios en los últimos tres días. Es decir, 76 por jornada, lo que indica que el número de positivos sigue siendo elevado y que conviene mantener aún ciertas precauciones. No en vano, la incidencia se mantiene en niveles que se habrían considerado alarmantes en tiempos en los que la vacunación no estaba extendida o las variantes resultaban más dañinas. La provincia se sitúa ahora en 1.219 casos por cada 100.000 habitantes, ligeramente por encima de la media de la comunidad autónoma.

Aun así, en este caso, la tendencia también es favorable, y es que la incidencia llegó a estar por encima de 2.000 a comienzos de este mes tras el esperado efecto posterior a la movilidad masiva en los días de Semana Santa. Con todo, no ha existido ningún tipo de saturación hospitalaria y la situación se mantiene ciertamente estabilizada a la espera de ir despejando las dudas en torno a la recuperación total.