El alcalde de Zamora emitió un bando el pasado miércoles en el que hizo saber el malestar del Ayuntamiento por “la acumulación y el abandono de gran cantidad de residuos de todo tipo” en el entorno del Alto de los Curas tras la celebración del mercadillo semanal de los martes: “Esto provoca grandes perjuicios al servicio de recogida de basuras municipal, y graves riesgos para la salud y la seguridad de las personas, tanto por la proliferación de plagas como por el potencial riesgo de incendio, coincidiendo con la temporada de verano”, señaló el responsable municipal en su escrito.

En ese mismo bando, publicado este viernes en el Boletín Oficial de la Provincia, Guarido recordó una parte del articulado de la ordenanza que regula la actividad, y que obliga a los vendedores titulares de los puestos a “mantenerlos dentro de unos mínimos requisitos de decoro y a cumplir con todas las condiciones legales y reglamentarias de seguridad, higiene y salubridad”.

Prohibiciones y normas

Esa misma ordenanza establece diversas prohibiciones, como “abandonar los embalajes y residuos procedentes del ejercicio de la actividad fuera de los lugares instalados a tal efecto” o “alterar el buen orden del mercadillo, del mercado ocasional o de la vía pública en la que se encuentre instalado el puesto”.

Además, y siguiendo con el capítulo normativo, el bando municipal subrayó que “los titulares de los puestos han de disponer a su costa de papeleras, bolsas u otros medios eficaces para recoger los envases, envoltorios o etiquetas de los productos de venta de los que ellos o los clientes quieran deshacerse”.

En la misma línea, los vendedores deben desalojar la zona a las tres de la tarde y dejar el espacio que habían ocupado “en perfectas condiciones de limpieza”, tras la retirada de “residuos de cualquier tipo”. “El incumplimiento por parte de los titulares de las obligaciones de limpieza activará la aplicación del régimen sancionador asociado”, según recalcó el alcalde en su bando. Esa circunstancia abre la posibilidad de que los vendedores que no se ajusten a las normas previamente citadas vean suspendida su actividad en el mercadillo de los martes o “tengan que abonar las multas pecuniarias que procedan”, en función de la gravedad de las acciones.