Acudir a trabajar puede constituir un riesgo y la siniestralidad crece pese a las normativas, inspecciones y denuncias sindicales. No obstante, el primer trimestre del presente año 2022 deja un balance positivo en Zamora, que no ha registrado ningún fallecimiento. Se trata de la única provincia de la región que no ha registrado muertos por accidentes laborales junto con la provincia vecina de Salamanca en los tres primeros meses.

En cuanto a accidentes laborales con baja laboral, en total, en la provincia de Zamora se contabilizaron 422 en el primer trimestre frente a los 6.585 registrados en la comunidad de Castilla y León.

Así pues, los primeros tres meses del año dejan en la región un balance de 13 fallecidos en sus puestos de trabajo, los mismos que en 2021, y otros tres in itinere, uno más que el ejercicio anterior. Los siniestros leves ascendieron a 6.536, con un crecimiento del 7,9%, mientras que los graves alcanzaron los 36, que suponen 17 menos que un año antes.

Por sectores

Por sectores productivos, la siniestralidad laboral creció en la construcción, los servicios y el primario, y se redujo en la industria. En concreto, los accidentes en el puesto de trabajo se dispararon un 20% en la construcción, hasta 976 siniestros entre enero y marzo. Asimismo, también avanzaron a dos dígitos en los servicios, un 10,7%, con 3.468; y el agrario, 10,3% con 438. Por el contrario, se contrajeron un 4,2% en la actividad industrial, con 1.703. En cuanto a los accidentes mortales, se contabilizaron seis en el sector servicios, cuatro en industria, dos en construcción y uno en el agrario.

Los accidentes in itinere leves ascendieron a 592, con un descenso del 17,5%, mientras que los graves sumaron ocho, uno más que en los mismos meses de 2021. En cuanto a las enfermedades profesionales, se reconocieron 137 casos, un 52,2%.

Por provincias

Por provincias, la siniestralidad global creció a dos dígitos en Valladolid (1.454 siniestros), un 25,2%; Salamanca (851), 18,8%; y Soria (346), 11,9%. Asimismo, se elevó en Segovia (497), un 9,9%; y en Zamora (422), un 2,9%. Por el contrario, descendió en Ávila (296), un 3,9%; en Palencia (451), un 3,2%; en Burgos (1.320), un 2,1%; y en León (948), un 0,2%.

Los accidentes graves, se produjeron más en Burgos, nueve, seguida por León, ocho; Valladolid, seis; Soria, cinco; Zamora, tres; Palencia, dos; y Ávila, Salamanca y Segovia, con uno en cada una de ellas. En relación a los siniestros in itinere, 603 en la comunidad, con un descenso del 17%, sólo aumentaron en León y Palencia, un 4,5 y 7,3%, hasta 92 y 44, respectivamente. Por el contrario, bajaron en Soria (20), un 66,1%; en Zamora (21), un 41,6%; en Valladolid (167), un 17,7%; en Salamanca (75), un 17,5%; en Burgos (106), un 13,8%; en Segovia (40), un 13%; y en Ávila (38), un 5%.

Por último, un análisis territorial de las enfermedades profesionales revela que en Ávila no se reconoció ningún caso en los tres primeros meses del año, cuando en 2021 hubo uno; y en Segovia, cinco, seis menos que el año anterior. En el resto crecieron. En Palencia se declararon siete, cuando un año antes no hubo ninguna; en Soria 25, con un aumento del 177,7% y en Valladolid, 21, un 110%. En Zamora, cinco, con una subida del 25%.