Zamora, en riesgo medio de peligro por el polen. Los principales indicadores encasillan a la provincia en niveles moderados, lo que se traduce en una presencia ya palpable de polen, que se deja notar y puede ocasionar molestias a aquellas personas que sufran alergia. ¿Qué significa el "peligro medio"? Los zamoranos con alergias tendrán que tener especial cuidado con los robles y encinas, ya que se observan niveles medios respecto a estos árboles.

¿Qué hay de las pelusas?

Si has paseado por Zamora estos días, te habrás dedo cuenta de la cantidad de "pelusas" que hay en el ambiente. Ese “algodón” no es el causante de la alergia como tal. Es simplemente el método que tiene el chopo o el álamo para esparcir sus semillas.

Aumento de los niveles

Se espera que las concentraciones de este tipo se mantengan en altos durante la semana e incluso puedan aumentar en otros tipos de árboles en los próximos días.

La floración se extiende desde marzo a mayo en función del clima. La polinización es anemógama (es decir, los granos son transportados por el viento), corta e intensa. Es un polen de tamaño pequeño, su capacidad aerovagante es alta y sus concentraciones en la atmósfera pueden llegar a ser muy elevadas. Se considera que tiene una capacidad alergénica moderada, entre un 10% y un 50% de los pacientes pueden dar reacción positiva a extractos de polen. Abril y mayo son los meses en los que suele aparecer este tipo de polen en provincias del norte peninsular como Zamora.

Sin embargo el principal polen de la provincia con incidencia en las alergias es el de gramíneas, que se encuentra aún en niveles moderados y no será hasta los meses de mayo y de junio cuando, en función de la climatología haga su aparición con mayor o menor intensidad. En realidad el polen de gramíneas puede estar presente prácticamente todo el año, aunque alcanza las mayores concentraciones desde finales de abril y durante los meses de mayo y junio, e incluso se puede alargar hasta primeros de julio.

A partir de mayo puede aparecer también la alergia al olivo, cada vez más frecuente por estos lares, debido a que se ha extendido mucho su plantación como árbol ornamental.

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Pino, llantén, álamo, encina, roble o acedera son también especies que pueden hacer su aparición en forma de concentraciones altas de polen para los alérgicos.

Conjuntivitis, picor en los ojos, estornudos, congestión nasal y picor, irritabilidad, problemas respiratorios tales como tos o asma, dolor de cabeza, fatiga, pitidos en el pecho o sensación de arenilla en los ojos son síntomas habituales de los alérgicos al polen.