El atropello de un cánido en la autovía A-11 en sentido Alcañices ha provocado el vuelco de un vehículo que no pudo hacer nada por evitar el siniestro. Los hechos ocurrieron en la mañana de este domingo en el tramo de la infraestructura más próximo al campo de golf de Valderrey. Allí, de acuerdo con la información facilitada por los testigos, un cánido habría cruzado la calzada tras verse sorprendido por los propios viandantes. En su intento de huida, se cruzó en el camino del vehículo en el que viajaban dos personas, que impactó de lleno contra el animal.

Los dos testigos que han proporcionado su testimonio a este diario han explicado que estaban realizando deporte por la vía de servicio que discurre en paralelo a la autovía en esta zona situada a apenas dos kilómetros del núcleo urbano de la capital. En su camino, pudieron avistar lo que creyeron un perro en mitad de la carretera, momento en que el animal se percató también de su presencia, lo que aceleró su huida por la misma calzada. La mala suerte hizo que, en ese mismo instante, un vehículo impactara de lleno contra el cánido, provocando el vuelco.

Lobo atropellado en la A-11 este domingo. Cedida

Los mismos testigos se acercaron hasta la zona para comprobar el estado de los dos ocupantes, que resultaron heridos y tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos. Allí, además, advirtieron que "no se trataba de un perro, sino de un lobo que carecía, lógicamente, de identificación por chip". En esta tarea ayudó que la profesión de uno de ellos es la de veterinario. Posteriormente, se desplazaron unos metros hacia atrás y hallaron el cadáver de un corzo al que el lobo le había propinado varias dentelladas.

La fotografía aportada por este diario ha sido analizada a través de las redes sociales, donde numerosas personas defienden que no se trata de un lobo ibérico, sino de un perro lobo checoslovaco.

A día de hoy no existe explicación sobre la presencia del corzo y del cánido tan cerca del núcleo urbano, ni tampoco de cómo ambos pudieron acceder a la calzada de la autovía con tanta facilidad. Lo que sí ha quedado claro después del siniestro es que el peligro que se cierne sobre no pocas carreteras de la provincia en materia de accidentes con fauna ha llegado también a la autovía A-11.