La escalada de precios de los carburantes, la huelga de transportistas y el impacto económico de la guerra de Ucrania, junto a la crisis de abastecimientos de materias primas, ha provocado que el consumo de carburantes para transporte haya caído un 9,9% en Zamora durante los tres primeros meses del presente 2022. En total, la provincia registró 42.091 toneladas y cuaja un desplome respecto al mismo periodo de tiempo en 2021 cuando, eso sí, los precios eran inferiores a los que se registran a día de hoy.

Los datos que proporciona la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), ponen de relieve que, en el primer trimestre del año, los ciudadanos de la región consumieron 427.768 toneladas de combustibles (gasolinas 95 y 98 y gasóleo A), 24.093 toneladas más que un año antes en los mismos meses, pero 40.515 por debajo del dato de 2019. A nivel regional, los motivos previamente señalados no impidieron que el consumo para transporte en Castilla y León creciera un 6% los tres primeros meses del año en relación a 2021, muy marcado todavía por las restricciones por la pandemia, aunque sigue siendo un 8,5% inferior al del ejercicio antes de que llegase la pandemia.

Comportamiento desigual por carburantes

El comportamiento fue desigual por carburantes, ya que se disparó el consumo de gasolina 95, mermó el de 98 y aumentó ligeramente el de diésel. En concreto, las ventas de gasolina 95 profundizan en la tendencia alcista de los últimos ejercicios, y alcanzaron las 57.819 toneladas, con un intenso aumento del 27,1% en relación a las 45.476 de 2021. Un dato que también representa un crecimiento en relación a 2019, del 3,5%.

Su compañera de mayor octanaje y precio, la gasolina 98, tuvo el comportamiento contrario. Su consumo se situó en la comunidad en las 2.857 toneladas, con una merma en relación al primer trimestre de 2021, del 5,6%, cuando se vendieron 3.026. Una tendencia negativa más pronunciada si se compara la cifra de este año, con el consumo prepandemia, en 2019 entre enero y marzo, ya que la reducción en la demanda de este combustible se intensifica hasta el 21,6%. Con todo el diésel sigue siendo el combustible más demandado en Castilla y León con diferencias, ya que, en los tres primeros meses del ejercicio, su consumo ascendió a 367.092 toneladas, que representan un ligero crecimiento del 3,4% respecto a las 355.172 de un año antes. Sin embargo, en la comparativa con los mismos meses del año 2019, la cifra que proporciona Cores supone una bajada también de dos dígitos, en concreto del 10,2%.

Por provincias

Por provincias y en relación al consumo global de estos combustibles, el comportamiento fue también desigual, ya que se redujeron las ventas en Palencia, Zamora y Soria, pero aumentaron en el resto.

En concreto, en la provincia palentina el consumo de carburantes para transporte ascendió entre enero y marzo a 26.279 toneladas, con un desplome respecto a 2021 en los mismos meses, del 26,3%. En Zamora, en cambio, el dato alcanzó las 42.091, un 9,9% por debajo de la cifra del año anterior. En cuanto a la provincia de Soria, se vendieron 18.763 toneladas, lo que representa una rebaja del 4,1%. En el extremo opuesto se situaron con incrementos de dos dígitos las provincias de Valladolid, Burgos y León. Y es que el consumo en la provincia vallisoletana ascendió a 77.450 toneladas, un 18,9%.