La Diputación de Zamora ha habilitado una partida de medio millón de euros para ayudar a la creación y la modernización de las microempresas de la provincia. Esta línea de ayudas cada vez tiene más aceptación, a juzgar por las estadísticas de los últimos años, y el presidente de la institución, Francisco José Requejo, aboga por seguir afinándolas para llegar al mayor número de negocios del medio rural que sea posible. Para este año, el plazo de solicitudes habilitado continúa abierto.

–¿Qué plan tiene la Diputación para apoyar a las pequeñas empresas, a la vista de que este tipo de negocios son mayoría en la provincia?

–Es algo muy importante. Cuando llegamos fue una de las primeras cosas en las que quisimos actuar. En ese momento, había una partida de 100.000 euros y, sorprendentemente, no se agotaba. Entonces, lo primero que hicimos fue visitar a las empresas de la provincia para ver qué necesidades tenían. Ellos mismos nos iban contando sus prioridades y sus necesidades. De ahí nació la idea de aumentar esta partida hasta los 300.000 euros y, sobre todo, de sacar una línea nueva. Ya no solo para poner en marcha los negocios, sino también para la modernización de los mismos. Viendo el éxito que tuvimos, y que se nos acababa el dinero, lo que hemos hecho este año ha sido ampliar la partida hasta los 500.000 euros, que se pueden incluso incrementar en el caso de que se nos agoten. La ampliación de la partida también tiene que ver con el dinero que le toca a cada uno, porque entendemos que esta medida debe ser efectiva. Queremos agradecerle a la gente de las empresas del medio rural que nos ha ido dando las ideas que hemos plasmado, y además tengo que decir que están teniendo bastante éxito. Espero que la gente las pida como el año pasado, que en quince días se agotaron.

–¿Cómo han evolucionado las solicitudes en este mandato?

–Las solicitudes registradas en 2019 se situaron en 28; en 2020, 82; y en 2021, 154. Es más de un 550% más. Se está haciendo un buen trabajo para ayudar a las que van a empezar y consolidar a las que ya están.

–¿Antes no se enfocaba bien el tipo de ayuda que se prestaba?

–Por unas causas o por otras, esto estaba mal enfocado. Las empresas siempre necesitan ayudas, y más que a iniciar, que también es muy complicado, a mantenerse, que hay que entender que es complejo. Por eso salieron las ayudas a la modernización. Hay que colaborar para que los negocios creen puestos de trabajo, para que se estabilicen, para que ayuden a asentar población, y eso es lo que queremos entre todos. Nosotros, dentro de ese pequeño granito de arena que podemos aportar, queremos hacer todo lo necesario. Somos conscientes de que hay que mejorar los trámites burocráticos y pagarles un poquito antes, pero estamos trabajando en ello. Nuestros servicios han hecho un extraordinario trabajo y seguiremos escuchando las solicitudes que se nos hacen para mejorar estas bases.

–¿Cuáles son las principales necesidades que ha detectado durante sus viajes por la provincia para hablar con los empresarios de las comarcas?

–Lo primero que se necesita son unos buenos servicios en el medio rural. Eso lo debemos tener claro. Hablo de unas buenas comunicaciones por carretera y también de unas conexiones a internet que sean adecuadas. Después, las instituciones tenemos que ponerles las cosas más fáciles y ayudarles en los trámites para que el comienzo de sus negocios sea lo más fácil posible. Una vez que estén establecidos se tienen que mantener y en eso estamos. También abrimos unas bases que estaban un poco acotadas: han entrado agricultores, ganaderos, hay alguna panadería, están las farmacias rurales... Queremos que todo el mundo tenga la posibilidad de crecer.

–¿Cómo se plasma la agilización burocrática?

–Yo vengo del mundo de la empresa y, si alguien sabe los trámites que hay que pasar, soy yo. Nosotros lo que queremos es agilizarlo. Todavía nos queda muchísimo por mejorar y creo que debemos eliminar algunos trámites, a ver si somos capaces de hacerlo. Sobre todo, la idea es que cuando se pidan esas ayudas seamos lo suficientemente ágiles para que se cobren en tiempo y forma. También intentamos colaborar en la promoción de los productos fuera de la provincia, por ejemplo en la Casa de Madrid, donde hay productores que ya están yendo. Todas las facilidades que podamos darles a los emprendedores son pocas, y no podemos entorpecerles más.

–Ahora, Zamora se ve beneficiada por la fiscalidad diferenciada. ¿Cómo se va a conseguir que esa medida repercuta directamente en los negocios?

–Es fundamental. La próxima semana va a haber una reunión de la Mesa de la Despoblación para esto, y estamos hablando de algo básico. Ya no solo para la inversión, sino que esas bonificaciones redundarán en el mundo rural para que puedan contratar mejor y mantenerse más en el tiempo. Debemos tratarlo bien y ver qué es lo mejor, pero creo que se tiene que hacer desde el prisma de la cogobernanza.

–En aras de lograr más medidas favorables a la provincia, ¿es tan importante el trabajo desde la Diputación como convencer a otras administraciones con mayor capacidad?

–Sí, creo que lo segundo es más importante incluso. Nosotros podemos empujar, podemos trabajar, pero necesitamos el compromiso de las administraciones, tanto de la regional como de la estatal. Yo creo que, en ese sentido, desde la Diputación se ha hecho un buen trabajo y que esa tarea de reivindicación está dando sus frutos. Yo entiendo que tanto una administración como la otra van a apostar por Zamora en este sentido.

–Si ahora mismo hay una persona que está pensando en montar un negocio en la provincia y cree que puede recibir ayuda de la Diputación, ¿qué puede hacer?

–Ponerse en contacto con esta Diputación, con el área de Desarrollo Económico. También hemos creado otra parcela específica relacionada con los fondos europeos, donde les pueden facilitar apoyo en ese sentido.