El punto de espiga, el nudo doble o bien el sencillo representan algunas de las técnicas aprendidas a lo largo de los últimos días por un grupo de 22 mujeres que han asistido a un taller de aprendizaje de los tipos de puntos utilizados por las bordadoras en Carbajales de Alba, organizado por la Agrupación Belenista La Morana.

Una mujer hace una muestra de bordado antiguo. | Emilio Fraile

Repartidas en dos salas, en una están aquellas que están trabajando el bordado antiguo y en la otra quienes ahondan en los puntos contemporáneos, son supervisadas por las profesoras que imparten cada técnica.

Mercedes Pastor Morán ha acercado a la práctica moderna. “Es dar puntadas una sobre otra”, dice quitando importancia a la jera. Enhebra una aguja, reclama su dedal y comienza una rápida sucesión de movimientos en el bastidor para rellenar un perfil delimitado con cadeneta. “Con un poco de orientación es suficiente” comenta a la par que atestigua que “a todas las alumnas les he dicho que con que aprendan a enhebrar la aguja y a poner una mano arriba y otra abajo, estoy satisfecha”. De reojo una de sus ella añade: “Esto tiene su miga”.

TALLER BORDADO CARBAJALINO LA MORANA EMILIO FRAILE

Los puntos utilizados en el bordado antiguo los ha enseñado Ángela Álvarez Delgado, quien confiesa que lo suyo son “el tejido y las lanas”. Esta mujer les ha dado a conocer aquello que se hacía siglos atrás. “Es muy distinto a lo que se hace ahora porque los textiles evolucionaron igual que se evolucionó del Gótico al Barroco”, ejemplifica. No obstante, señala que “ha habido zonas donde lo han conservado muy bien, como el bordado popular serrano de Salamanca que ha preservado técnicas y colores. Aquí se han ido evolucionado mucho a partir de la Sección Femenina”.

En cuanto a los cambios la experta comenta que antes se hacía “un dibujo a mano alzada y pasó a ser un dibujo geométrico que es muy vistoso, pero ha perdido el encanto de lo espontáneo de unos bordados más sencillos” con unos dibujos muy amplios. Esta docente ha transmitido las pautas mediante la confección de un muestrario con lanas. “Lo ideal para bordar en lana es hacerlo en bastidor cuadrado” que tensan con unas puntas y un cordón, comparte.

Una mujer mueve una prenda bordada con la técnica antigua EMILIO FRAILE

Entre las 22 alumnas, muchas de ellas jubiladas, hay integrantes de La Morana e incluso mujeres que no guardan relación con el colectivo e incluso que se desplazan desde pueblos. Es el caso de María Jesús Miguel, de Villaseco. Esta alumna, que baja la media de edad, está conectada con las tradiciones gracias a su abuela. “Ella fue la que me enseñó a coser y a hacer picados”, testimonia. Pese a tener destreza con la aguja, confiesa que “ bordar tiene su dificultad porque tienes que tener mucho cuidado en cada puntada”. Reconoce que la técnica antigua le ha seducido más. “Me parece mucho más bonita y tiene un mayor encanto. Se usan los mismos materiales, pero los colores y las composiciones son muy diferentes”.

Las participantes también han contemplado piezas del bordado carbajalino y la indumentaria tradicional de la Tierra de Alba en el Museo Etnográfico de Castilla y León. “Me resultó muy interesante la visita y te das cuenta de cómo se ha ido desvirtuando porque ahora se ponen muchas lentejuelas”, opina Carmen Segovia, mientras que Maribel Nieto reivindica la importancia de “valorar el patrimonio textil y que este tesoro no se pierda”.

Por su parte, el coordinador del taller, Francisco Iglesias Escudero, deja la puerta abierta a realizar una segunda parte de la formación en cursos venideros y alude a que para La Morana la actividad “es una apuesta más por el patrimonio textil y la indumentaria tradicional zamorana”. El director del aula de folclore de la Agrupación Belenista también pone en valor “la riqueza del bordado de Carbajales que tiene que ser reconocido como Bien de Interés Cultural, un objetivo muy loable en el que las administraciones tienen que implicarse para no dejar atrás estos valores”. 

Una iniciativa que sirve de correa de transmisión para que este patrimonio prosiga y la riqueza textil de Zamora se perpetúe.