El Ayuntamiento de Zamora invierte 48.000 euros la reparación de diversos muros de mampostería con "un acusado grado de deterioro" al pie de la muralla, sin afectar al lienzo, para evitar riesgos entre la calle Puerta del Obispo y Trascastillo, zona de mucho tránsito. Los trabajos, si bien se inscriben dentro del Plan Especial de Protección del Casco Histórico, no afectan a elementos arquitectónicos relevantes e incluyen la retirada de vegetación para frenar el deterioro.

La intervención se centra en distintos tramos de la zona ajardinada más próxima a e la avenida de Vigo, en el paseo ribereño del Duero junto al Puente de Piedra, así como en las inmediaciones del talud junto a la subida de las peñas de Santa Marta.

El Ayuntamiento ha estimado "necesario realizar una intervención sobre dichos muros para evitar futuros desprendimientos, para garantizar la estabilidad y seguridad, además de recuperar su integridad volumétrica, lo que no implica la actuación sobra muralla u otros elementos.

El informe técnico del proyecto aconseja los trabajos para asegurar la mampostería de los muros de piedra arenisca, "a pesar de que no se trata de una situación excesivamente alarmante se realizará esta intervención para evitar futuros desprendimientos para garantizar la estabilidad y la seguridad".

En algunas partes se han producido pequeños desprendimientos por las características del material utilizado cuando se realizó esa construcción, que su "arenización" o pérdida de cohesión de la propia piedra, así como del rejuntado entre los mampuestos, "agravado por el crecimiento de vegetación que están dañando al muro debido al enraizamiento de la misma".

Las obras implican el apeo y apuntalamiento de los muros donde sea necesario; la eliminación de la vegetación y musgos existentes entre los sillares; saneado de morteros por medios manuales, micropercutores, microcinceles neumáticos y puntos de ultrasonidos hasta su completa limpieza de las superficies para no dañar la piedra; rejuntado con mortero de cal hidraúlica y arena de río cribada hasta el completo llenado de las juntas y el posterior acabado consiguiendo un plano vertical sin cubrir la piedra y sin que se produzcan zonas que permitan la acumulación de agua.

Asimismo, se contempla realizar el sellado de fisuras y relleno de grietas, y en las zonas más afectadas se procederá a la retirada y sustitución de los sillares deteriorados y su reposición, saneando previamente la superficie y eliminando aquellas piezas sueltas.