La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Crisis de la hostelería en Zamora

La hostelería de Zamora busca personal extranjero para paliar la ausencia de mano de obra

La patronal reconoce que hay problemas para encontrar trabajadores en la provincia y afrontar la campaña de verano que se avecina

Aspecto de las terrazas situadas en la Plaza Mayor de Zamora. | Ana Burrieza

La hostelería busca trabajadores para el verano. Y no los encuentra. La pandemia ha llevado a un nutrido grupo de empleados habituales del sector a reorientar su carrera laboral hacia otros horizontes, y la atracción de las zonas de costa, con sueldos generalmente más apetecibles, dificulta la tarea de los negocios de la provincia. Esa es la versión de la patronal, que se suma al argumentario de los sindicatos sobre las condiciones de unos puestos en los que los horarios y una actividad frenética se combinan con unos salarios que, si bien se han actualizado, siguen sin ser nada del otro mundo.

En ese escenario, la hostelería ha activado la contratación de extranjeros para la campaña estival, con el objetivo de cubrir los puestos que se generan con el incremento de la actividad turística y con el desembarco de miles de personas en los pueblos: “Recurriremos a la mano de obra de fuera fundamentalmente porque aquí no la encontramos”, explica el responsable de Azehos, Óscar Somoza, consciente de que la situación de Zamora no deja de ser una extensión de lo que sucede dentro del sector en España.

79.000 camareros menos

El representante de los hosteleros indica que, en el conjunto del país, hay 79.000 camareros menos que antes de que comenzara la pandemia, y coincide con el punto de vista sindical a la hora de comentar que “mucha gente se ha acostumbrado a buscar trabajos menos sacrificados que la hostelería”. Aquí, entra en juego la irritación que provoca “trabajar cuando los demás descansan o se divierten”, una circunstancia que se percibe especialmente en momentos como la Semana Santa o el propio verano.

Todo ello ha llevado al sector a mirar hacia fuera para resolver la situación, aunque Somoza revela que los empresarios pueden encallar por culpa de una burocracia engorrosa: “Es muy complicado”, reconoce el presidente de Azehos, que asegura que “es más difícil entrar en España sin permisos” que con ellos.

Reclamar ayudas

Ante este escenario, la federación autonómica de hosteleros ya se está moviendo para reclamar ayudas a la Administración. En concreto, su mirada se dirige hacia los nuevos consejeros de la Junta de Castilla y León, con quienes pretende reunirse para pedir respaldo, flexibilidad y ayuda para tramitar los permisos.

La idea de Azehos es que el Gobierno autonómico pueda facilitar la llegada de trabajadores para compensar el escenario en el que se manejan unos negocios que siguen pagando más de dos años después los efectos de los cierres totales y parciales que provocó el estallido de la pandemia.

El convenio del sector en Zamora se actualizó hace unas semanas

El convenio colectivo de la hostelería en Zamora se actualizó justo antes de Semana Santa tras el acuerdo entre la patronal y los sindicatos. En base a esa firma, un camarero de Zamora cobrará, al menos, 1.200 euros al mes cuando finalice el periodo sobre el que se aplica el pacto, que incluye todos los ejercicios hasta el 2026.En concreto, la negociación permitió fijar una subida anual del 3% para cada ejercicio hasta el final del citado periodo, mientras que los pasados 2019, 2020 y 2021 se quedarán en el 0%. Eso facilitará que los trabajadores del sector se vayan alejando del salario mínimo interprofesional, que ya les pisaba los talones tras los incrementos recientes.En ese sentido, desde Azehos, Óscar Somoza entiende que la firma del acuerdo tras una discusión de apenas “35 minutos” deja patente que la falta de trabajadores no tiene tanto que ver con los sueldos como con otras cuestiones inherentes a estos puestos: “Entendemos que ese no es el problema, pero aquí hay una gran estacionalidad y no se puede pagar tanto como en la costa”, reflexiona el responsable de la patronal.Desde UGT, Sonia Álvarez pone el foco también en la realidad de una provincia con poca industria y con “servicios mal pagados”, más allá del acuerdo alcanzado recientemente que también dejó satisfechos a los sindicatos, dadas las circunstancias. Con todo, “los salarios del sector vienen de abajo” y, con la pandemia, hay gente que ha entendido que ese empleo no le compensa.

Compartir el artículo

stats