"Salvemos Correos". Es el lema que justifica el encierro de los delegados de Comisiones Obreras y UGT en la oficina principal de Zamora, en Santa Clara, para denunciar "el desmantelamiento del servicio postal público, su quiebra económica y la precarización laboral como consecuencia de la mala gestión". Los sindicalistas denuncian "el caos y desguace de la compañía pública", una situación que se traduce en "un desastre organizativo derivado en las más altas tasas de precariedad laboral de su historia con 10.000 puestos de trabajo a tiempo parcial", es decir, algo más del 20% de la plantilla.

En el caso de Zamora, esa tasa se eleva hasta el 22%, según los sindicatos con la reducción de puestos de 26 efectivos perdidos en tres años. En el momento actual, la provincia cuenta con unos 160 carteros.

Los sindicatos, en la calle a las puertas de Correos, en Santa Clara. C. G.

Las medidas de presión no acaban aquí, sino que son la antesala de la convocatoria de una huelga general los próximos 1, 2 y 3 de junio.

Un cartero hace su servicio por las calles de Zamora. J. L. F.

Una política "de abandono" 

CCOO y UGT denuncian la "política de abandono" del servicio, que ha provocado "el desplome de la carga de trabajo y una situación insostenible económicamente con unas pérdidas de casi 600 millones de euros desde 2019, si sumamos los 100 millones en negativo del ejercicio 2021, y un déficit estructural que lo sitúa al borde de la quiebra técnica".

Los sindicatos apuntan hacia los presidentes de Correos y del Gobierno, que "han demostrado muy poco interés por el diálogo social, el consenso y la participación de los representantes de los trabajadores y trabajadoras de Correos, desoyendo a la mayoría sindical que representa al 76% de la plantilla y que exigen una negociación real y efectiva sobre el modelo postal público, su financiación y viabilidad".