El Ayuntamiento de Zamora ha iniciado ya la tramitación de la nueva Ordenanza Reguladora de Movilidad Amable, Utilización de los Espacios Públicos y Bajas Emisiones de la Ciudad de Zamora, que sustituirá a la actual Ordenanza de Circulación, que data de 2003, para adaptarse al nuevo marco jurídico sobre la introducción de zonas de bajas emisiones, así como las nuevas realidades emergentes sobre movilidad urbana y a la Agenda 2030 en lo relativo a la lucha contra el cambio climático.

Los principios generales han sido adelantados por la concejala de Protección al Ciudadano, Concha Rosales, y el concejal de Obras, Urbanismo y Medio Ambiente, y coordinador del Area de Hábitat Sostenible, Romualdo Fernández.

De hecho el alcalde, Francisco Guarido, ha firmado hoy mismo el decreto sobre consulta pública previa  a través del portal web del Ayuntamiento y por un espacio de veinte días, con el fin de que los propios ciudadanos y representantes de las distintas asociaciones y entidades interesadas puedan presentar sus propuestas, según manifestó Concha Rosales. Posteriormente se iniciará el proceso de elaboración de la Ordenanza por parte de los servicios técnicos municipales, con el propósito de que la nueva regulación entre en vigor a partir de 2023.

La Ordenanza deberá adaptarse igualmente a la nueva Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, así como a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en lo relativo al establecimiento de zonas de bajas emisiones en las ciudades de más de 50.000 habitantes.

Objetivos de la nueva Ordenanza

Según manifestó el concejal de Medio Ambiente, lo que se pretende con la nueva Ordenanza es introducir un cambio profundo en el modelo de movilidad que va a implicar una reforma urbana de gran calado "por lo que requiere una máxima participación de la ciudadanía, ya que es necesario trabajar positivamente en los retos de la Agenda 2030, como la lucha contra el cambio climático y el imperativo legal de introducción de las Zonas de Bajas Emisiones".

En este sentido y frente a la actual Ordenanza de Circulación, que de alguna manera prioriza al vehículo y no da respuesta a las necesidades actuales de circulación en la ciudad, Romualdo Fernández considera que es necesario reforzar la dimensión medioambiental de la movilidad en el marco del compromiso de proteger la salud de los ciudadanos y la mejora sustancial de la calidad del aire; reforzar la seguridad vial en el marco de una movilidad urbana cada día más compleja y la necesaria convivencia cívica en el espacio público, reforzando la seguridad vial de la movilidad peatonal y en los vehículos que menor protección ofrecen a sus usuarios; y regular acerca de la utilización de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) como patines y patinetes eléctricos para asegurar que su uso se realice en condiciones de seguridad vial.

Al tiempo que considera obligatorio modernizar la normativa municipal actual, simplificando su estructura y contenido, mejorando la información y la transparencia municipales en materia de movilidad urbana.