La Opinión de Zamora

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La inflación se ceba con los churreros de Zamora

El incremento de los precios de productos como el aceite de girasol o la harina ponen en riesgo a un sector que se siente “damnificado”

Porras en una churrería de la ciudad de Zamora.

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania está generando efectos muy negativos que afectan de manera directa a la economía mundial. El enérgico incremento de los precios de las materias primas ha puesto en jaque a muchos sectores, entre los que también se encuentra el sector de las churrerías, desde el que aseguran estar en una situación “límite”, tras la drástica subida del precio del aceite de girasol y la harina, dos productos muy utilizados, y en gran cantidad, por los churreros en su día a día.

Gemma María Martín Barbero abre todas las mañanas la Churrería Lorenzo, ubicada en el centro de la ciudad de Zamora. Con optimismo e ilusión afronta un nuevo día que, cada vez que pasa el tiempo, se antoja más complicado por un alza de los precios de los productos que, al parecer, no cesa.

“La situación es difícil. La subida de los precios nos está poniendo en una situación crítica porque, además, todo lo que más ha subido es con lo que nosotros trabajamos, sobre todo aceite y harina, dos productos que nosotros utilizamos diariamente y en gran abundancia para elaborar churros”, afirma.

Y es que la subida del aceite de girasol ha afectado enormemente a un sector que se siente muy “damnificado”. Hace unos meses el aceite se pagaba a 1,50 euros el litro, mientras que ahora la cifra casi ronda los cuatro euros. Sin duda, una subida muy radical.

“Estamos tirando para adelante lo mejor que podemos pero los precios han subido una barbaridad y no sé hasta dónde vamos a llegar”, manifiesta Gemma María, churrera zamorana.

La solución puede pasar por una subida de los precios de los desayunos, aunque, en el caso de las churrerías zamoranas, aún no lo han contemplado, aunque reconocen que la situación puede hacer que ocurra en un futuro.

“Nosotros no queremos subir los precios, claro que no, pero al final es que nos cuesta mucho sacar beneficios porque es que todo ha subido una barbaridad y nos está afectando de manera muy negativa, por lo que algo tendremos que hacer…”, indica Gemma María.

Algo que también reconocen desde la también zamorana Churrería Malú, seleccionada en el año 2019 por el periódico “Huffington post” entre los once mejores establecimientos para comer chocolate con churros de TripAdvisor.

Andrés Gonzalo, su dueño, muestra la preocupación por la que pasan todos los churreros ante un incremento “descomunal” de las materias primas. “Nos pone en una situación al límite. De pagar antes entorno al euro por el aceite de girasol a pagar casi cuatro euros ahora, imagínate. A eso sumas la harina, que también ha subido mucho, y la luz, claro, que también está en unos precios altísimos. Al final todo eso hace que la situación actual por la que pasemos sea muy complicada”, reconoce.

“Está todo cuesta arriba. Ahora mismo no es negocio todo esto. Nos estamos manteniendo, pero la verdad que nos está costando mucho, pero bueno...”, indica el dueño de una de las churrerías más conocidas de la ciudad zamorana. Por eso, la perspectiva es “mala” porque “está subiendo toda la materia prima”.

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