La Audiencia de Zamora acaba de hacer pública la sentencia por la que dos de los tres imputados por el intento de asesinato de un hombre al que pegaron seis tiros en Benavente el 7 de agosto de 2019 irán a prisión tras ser condenados a 3,9 años de cárcel cada uno de ellos, pena que incluye seis meses de reclusión por tenencia y porte de armas. El tercer implicado podría sortear la cárcel al ser condenado a 21 meses por deshacerse de la pistola y por tenencia y porte de armas.

La sentencia de la Audiencia, que se ajusta al acuerdo alcanzado con la Fiscalía Provincial, contempla una indemnización de 45.000 euros para el perjudicado que ya ha recibido 29.000 euros. Además, ninguno de los procesados podrá aproximarse a la víctima durante ocho años una vez que el fallo sea firme. Pendientes de incluir están las facturas que le pasó la Seguridad Social, los gastos médicos y los que se deriven de la operación que tiene pendiente para que le extraigan las dos balas que tiene aún alojadas en el hombro, recordó la abogada de la víctima, de 42 años.

Dos balas sin extraer

Las lesiones le afectaron a la axila, el antebrazo izquierdo y el hombro, donde lleva los dos proyectiles. El herido grave esperaba en el interior de la furgoneta que conducía a su exjefe, quien le había pedido que acudiera al polígono industrial de Benavente para vigilar mientras entregaba un paquete, petición que, en realidad, encubría el ataque con arma de fuego. La víctima recibió seis balazos desde una motocicleta que se colocó en horizontal a su coche y desde la que un hombre descerrajó una pistola contra la zona del conductor del turismo.

Los disparos alcanzaron de lleno al único ocupante en el brazo, quien salvó su vida porque se arrojó hacia el asiento de al lado, según los hechos descritos por la Fiscalía Provincial y admitidos ayer por los imputados en el intento de asesinato. El conductor de la moto, de iniciales J.P.T., era el exencargado del matadero en el que trabajó la víctima y el que le acompañaba, de iniciales J.D.P.C., quien disparó. Se trata de los dos imputados que irán a prisión una vez que la Audiencia dicte sentencia. Al término de la vista celebrada ayer, ni los imputados ni la víctima quisieron realizar declaraciones para puntualizar si hubo un ánimo de vengan y por qué detrás del suceso.

“Es ese, tienes que hacerlo” fue la señal para descargar hasta “seis balas, a una distancia de dos metros” sobre el hombre que se hallaba en su furgoneta, según los hechos reconocidos ayer por los imputados que evitaron el juicio que se iba a celebrar en la Audiencia.

Los tres imputados, el que citó a la víctima, el que disparó y el que se deshizo del arma, se enfrentaban ayer a 23 años de cárcel por el delito de intento de homicidio, acusados por la Fiscalía de tener “un plan preconcebido con el objetivo de acabar con la vida” del dueño de la furgoneta, que había trabajado a las órdenes de quien le citó en el polígono industrial de Benavente, en la calle de Jamaica. Allí fue tiroteado, hechos que admitieron los procesados, lo que les ha servido para que se les aplique la atenuante de reconocimiento de los hechos, junto a la de reparación del daño.

Posible ajuste de cuentas

La acusación particular describió el lugar del encuentro como una “zona aislada y no habitada, que posibilitaba una salida inmediata de la localidad” una vez cometido el intento de asesinato. Detrás del suceso, que conmocionó el 7 de agosto de 2019 a la localidad de Benavente, podría haber un ajuste de cuentas sobre el que existen diversas versiones, la que expuso la víctima durante la investigación alude a una deuda económica que mantenía con el acusado, cuyas iniciales son J.P.T., que había sido su jefe, encargado, en un matadero de León y al que le había pedido 1.000 euros “porque andaba mal de dinero”, pero que ayer nadie confirmó ningún extremo al abandonar la sala de vistas de la Audiencia.

La abogada del hombre tiroteado sostenía en el escrito de defensa que J.P.T. “ideó la ejecución de forma premeditada” de su cliente porque “de vez en cuando le pedía dinero” para lo que prometió una cantidad a la víctima a cambio de que le acompañara y vigilara mientras él entregaba un paquete, trabajo por el que habría recibido 100 euros para los gastos del viaje a Benavente.

La acusación particular, que representa a la víctima del tiroteo, asegura que J.P.T. contactó con otro de los imputados, J.D.P.C, de 24 años, de nacionalidad colombiana, quien admite que le coaccionó “para dar un escarmiento” a la víctima, a la que aseguró no conocer, y que accedió por miedo a perder su empleo y tener que dejar España, siempre pensando que el arma era de fogueo, según declaró. La acusación particular indicó que este acusado, que estuvo en prisión provisional por este caso, “mataba por dinero” según testimonios que recoge en su escrito, en el que pide para los tres imputados una condena por intento de asesinato y tenencia de armas.