La Opinión de Zamora

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Ganadería de toros en Zamora

El lobo y el precio del pienso dejan a la ganadería taurina de Zamora en situación “crítica”

El sector avisa de un panorama “caótico” debido a los altos costes de producción y a la amenaza de los cánidos: “No sé dónde vamos a parar”

Reses de la ganadería Hermanos Boyano de Paz, a la espera de ser marcadas.

El mundo del toro de lidia fue uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus. Cuando parecía que habían superado ese gran bache, llegó el incremento de los costes que, como afirman desde el sector, ya eran altos antes de la guerra de Ucrania, aunque el conflicto bélico lo que ha hecho ha sido agravar aún más unos precios que consideran “desorbitados”.

Antonio Boyano, ganadero de Hermanos Boyano, que se ubica en el término municipal de Villárdiga, a pocos kilómetros de Villalpando, ha manifestado su preocupación por unos costes que están afectando “una barbaridad” a un sector que ha estado casi dos años totalmente parado.

“La situación del sector de la ganadería del toro bravo ahora mismo es caótica. Antes de la guerra ya los precios eran exagerados y lo que ha provocado la guerra ha sido agravar aún más la situación. Al final los animales tienen que comer todos los días y los precios que pagamos por los alimentos y los productos son exagerados”, manifiesta Antonio, quien, junto a su hermano, regentan la ganadería Hermanos Boyano de Paz.

“Tras la guerra los precios han subido un 10%, pero es que antes de la guerra la subida ya era superior al 60%. Y claro, todo eso nos afecta. Nos afecta porque sube el precio del pienso, de los fitosanitarios, del gasóleo, etc. No sé dónde vamos a parar”, indica. Un gasóleo agrícola que, como explica, en el año 2020 se pagaba a 40 céntimos el litro, pero ahora lo pagan a 1,40 euros el litro. Es decir, una subida total de un euro.

“Todo lo que hay alrededor para mover una ganadería ha sufrido unos incrementos bestiales. A eso se suma el golpe del COVID, que estuvimos parados casi dos años”, informa el ganadero zamorano, que valora la situación del sector taurino como “caótica”. “Suben los precios y es que apenas se ha lidiado y se está lidiando por lo que estamos en una época complicada para un sector que ha quedado muy dañado debido a la pandemia de COVID”, declara.

A pesar de ello, hay optimismo

El presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Antonio Bañuelos, ha alertado que el incremento de los costes pone en riesgo la viabilidad de las ganaderías, aunque ven con “optimismo” la presente temporada de 2022.

Bañuelos ha advertido de que el incremento en el precio anual de los piensos, de las energías o el gasoil son “costes que van a las espaldas de los ganadores”, los cuales, como reconoció en una presentación de actividades del año 2021, son los que sostienen 300.000 hectáreas de “alto valor natural, ecosistemas únicos y sumideros de Co2”.

El presidente Bañuelos hizo hincapié en que los aspectos que repercuten de manera directa a los ganaderos del bravo son las consecuencias producidas por el conflicto entre los países de Rusia y Ucrania, que ha provocado elevados costes de producción, así como “la gran sequía”.

Para el sector, se tratan de problemas que ponen en peligro la viabilidad económica de las explotaciones ganaderas, que muchas ya se enfrentan a grandes dificultades tras cerca de dos años sin actividad por la pandemia de coronavirus.

La protección del lobo

Otro de los problemas a los que se enfrentan los ganaderos de la provincia es a la sobrepoblación de lobos, que continúan muy presentes por la provincia zamorana.

En este caso, los del toro manso y bravo, como sucede en la ganadería Hermanos Boyano de Paz, en la que el lobo ha hecho verdaderos “estragos” en estos últimos doce meses con numerosos ataques que ha hecho que un total de 37 becerros hayan muerto en doce meses, según indican desde la ganadería zamorana. “El incremento de costes, bueno. El COVID, bueno. Pero es que el lobo campa a sus anchas porque está protegido y nadie hace nada. Es que me parece una barbaridad. Los ganaderos estamos muy preocupados por eso porque es que campa a sus anchas. Ya ni denuncio porque estamos aburridos pero en este último año hemos sufrido muchos ataques. Es una locura”, explica Antonio Boyano.

La superpoblación de lobos en la provincia de Zamora explica el elevado “número de ataques a la ganadería extensiva y la fiereza de los mismos”, según denuncian desde UPA, lo que ha provocado destrozos en un gran número de animales y lo que implica gravísimas pérdidas económicas para los ganaderos de la provincia.

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