El Ayuntamiento de Zamora se ha puesto manos a la obra para eliminar las pintadas del casco antiguo antes de Semana Santa. El alcalde de la capital, Francisco Guarido, reveló este jueves en el Pleno que los operarios ya están en faena para lograr que los visitantes “puedan tener una buena visión de la ciudad”, como es costumbre en estas fechas. Resulta habitual que los equipos municipales aprieten el acelerador antes de los días de Pasión para exhibir una zona centro lo más coqueta posible, dado el volumen de turistas que se espera y el nivel de cuidado que se les supone a los recorridos procesionales.
"Pintadas recurrentes"
Guarido incidió en que el Ayuntamiento está realizando un esfuerzo durante estos días y recordó que se trata de “pintadas recurrentes” que se renuevan casi de semana en semana. El alcalde de la ciudad aseguró que el control de estas acciones “va a cambiar radicalmente a partir del 8 de abril”, cuando entrará el vigor la adenda que habilitará a la nueva empresa adjudicataria a prestar el servicio.
Precisamente, esta cuestión de las pintadas y del acuerdo para cambiar ya el rumbo de la gestión de la limpieza en la ciudad marcaron un Pleno breve y que probablemente sea el último que se celebre de forma telemática en la institución a causa del COVID, salvo sorpresas desagradables. De hecho, esta sesión mantuvo la vía online para permitir que los representantes del grupo popular pudieran conectarse mientras se desplazaban a Sevilla para participar en el congreso nacional de su partido.
Todos los grupos estuvieron de acuerdo con la decisión de adelantar la entrada en servicio de la adjudicataria de la limpieza
En este marco, todos los grupos estuvieron de acuerdo con la decisión de adelantar la entrada en servicio de la adjudicataria de la limpieza dos meses antes de la fecha fijada para el inicio del contrato. La idea es que su incorporación se vaya percibiendo de manera progresiva, y es que, por el momento, el cambio de maquinaria y de materiales tendrá que esperar hasta el próximo junio.
En ese sentido, la portavoz de Ciudadanos, Cruz Lucas, explicó que la ciudad “no está en buenas condiciones de limpieza” y advirtió de que “ya es hora que se vea una nueva imagen”. Por ello, la representante liberal apoyó el acuerdo con la esperanza de que “todo salga adelante” y de que “mejore la situación de los trabajadores”.
En la misma línea, el socialista David Gago subrayó que “lo inmediato es la estabilidad de la plantilla y de los trabajadores” y remarcó que, vistas las circunstancias, “mes arriba o abajo en el tema de la maquinaria no es un problema”. Mayte Martín Pozo, del PP, se sumó a esta idea, aunque sí se mostró escéptica ante lo que puede ser el futuro del contrato.
El cierre corrió a cargo del concejal responsable del área, Romualdo Fernández, que aclaró que se incorporará a todo el personal subrogable y que la adenda aprobada por el Pleno dejará de tener vigor una vez llegue la fecha de activación del contrato.
El inicio del debate, en una moción
Ya en la parte de mociones, el socialista David Gago abrió el debate concreto sobre las pintadas al defender una moción que llegó apenas unos días después de que la sede del PSOE apareciera cubierta por insultos y suciedad a consecuencia de acciones vandálicas. Los votos del equipo de Gobierno tumbaron la propuesta de la oposición, y Guarido aprovechó el viaje para deslizar que “muchos concejales y alcaldes han sufrido pintadas, pero ninguno le había echado la culpa al Ayuntamiento”, en referencia a la reacción del portavoz socialista después del ataque.
Más allá de este asunto, apenas hubo contenido en el Pleno. La parte final de la reunión sirvió para apoyar una moción en defensa del Sáhara y para que el PSOE demandara más previsión a la hora de convocar las sesiones.