Los sanitarios tienen dudas. La decisión del Gobierno de suavizar el protocolo de actuación contra el COVID y de suprimir las cuarentenas para los casos leves, salvo determinadas excepciones, ha despertado la inquietud de unos profesionales que se sienten “agotados” y que recuerdan que la curva de la sexta ola no acaba de bajar. La sensación generalizada de los trabajadores y representantes sindicales consultados por este medio es que ha habido una cierta precipitación a la hora de activar esta nueva forma de encarar la pandemia.
"Se debería haber esperado un poco más”
En esa línea, Hermenegildo Marcos, médico de la zona básica de salud de Corrales del Vino, considera que, ante la evolución de los casos, “se debería haber esperado un poco más”, especialmente porque aún se ven las consecuencias de la enfermedad en la salud de los contagiados, pero también por la cercanía de una Semana Santa en la que se prevén aglomeraciones importantes en la provincia. “Este es un paso que había que dar, pero quizá llega un poco pronto”, resume el facultativo.
Por su parte, la representante del sindicato de enfermería Satse, María Ballesteros, advierte sobre la necesidad de esperar para comprobar cómo afectan estos cambios a la incidencia, pero augura dificultades: “A ver qué pasa con la Semana Santa, pero igual no es el momento más indicado”, sintetiza la representante del colectivo, que reconoce que el virus es ahora “menos virulento” que en etapas anteriores, pero que alerta de que sigue habiendo gente en la UCI.
Ballesteros estima que los cambios en el protocolo tendrán consecuencias en forma de más contagios y en el “desconcierto” de la población, una postura que se percibe en los testimonios del grueso de los sanitarios consultados.
En el caso de Ángel Chapa, representante del CSIF en Zamora, el facultativo pone el foco en el número de profesionales contagiados y en el hecho de que los sanitarios sí tendrán que cogerse la baja y confinarse si dan positivo a partir de ahora. Además, el médico alude también a las peculiaridades de la provincia en lo referente a la cifra de población vulnerable y a lo que puede ocurrir en Semana Santa.
Otras fuentes del sector trasladan su preocupación por la actitud que tomarán los ciudadanos a partir de ahora, habida cuenta de lo que ya viene sucediendo: “Sobre todo los jóvenes han demostrado falta de responsabilidad para mantener las medidas de protección”, lamentan algunos sanitarios consultados, hartos ya del virus.
El CSIF estima que el sistema anterior “ya no se podía mantener”
Desde el sindicato CSIF, su portavoz de Sanidad en Castilla y León, María José San Román, señala que “la forma de actuar para la atención y el control de infectados y contactos ya no se podía mantener”. “El sistema sanitario no podía soportarlo, estaba más que colapsado”, explica la representante del colectivo, que advierte de que “no solo sería necesario más personal médico y de enfermería, también habría que contar con más infraestructuras y una cantidad infinita de pruebas diagnósticas”.
Este es el motivo por el que CSIF considera que “era necesario un cambio”. “El abandono de las profesiones sanitarias es ya significativo, incluso de estudiantes de últimos cursos o los nuevos sanitarios que están haciendo la especialidad. Nadie ha mirado por los profesionales”, lamenta la representante del sindicato.
