La Opinión de Zamora

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Elisa Ferreira | Comisaria europea de Cohesión y Reformas
Elisa Ferreira Comisaria europea de Cohesión y Reformas

Elisa Ferreira: “No basta con infraestructuras, hay que aumentar la productividad”

Sobre la despoblación: “La digitalización tiene un potencial muy grande, pero tenemos que garantizar que no se cree una fractura digital para que las personas mayores no queden aisladas”

Elisa Ferreira, comisara europea de Cohesión y Reformas. | | EUinmyregion

La Unión Europea prepara sus herramientas para recuperarse de una pandemia aún presente, una guerra colindante a sus fronteras y a los retos del futuro: cambio climático, envejecimiento y un nuevo mercado laboral. La política de Cohesión es la estrategia liderada por la comisaria de Cohesión y Reformas Elisa Ferreira (1955, Oporto) que a través de un paquete de financiación histórico trabaja por reducir las desigualdades entre las regiones europeas, para lograr una prosperidad compartida a lo largo y ancho de la UE.

–Europa afronta la llegada de millones de refugiados, los fondos de cohesión son la gran herramienta para hacer esto realidad. Los ciudadanos se preguntan ¿qué pueden hacer los gobiernos locales con estos fondos?

–Creamos un nuevo instrumento que utiliza los fondos disponibles EU-React, pero que también permite utilizar fondos aún no explotados en los gastos del periodo 2014-2020. Esta herramienta se llama “Care” y permite que los estados o las regiones puedan usar un 100% de fondos de cohesión para financiar los gastos de los refugiados.

–La estrategia europea de los próximos años incluye conceptos como la digitalización, la transición verde y la innovación ¿Cómo explicaría a los ciudadanos como su vida se va a ver afectada durante los próximos años?

–Va a cambiar todo. La manera en la que nos movemos, la manera en la que creamos industria y hasta en cómo construimos nuestras casas. Lo que se pretende es crear una nueva relación entre nuestra vida y el mundo que nos rodea, de manera que no matemos la tierra. Por ejemplo, lo digital y lo verde pueden ir juntos. Imagina grandes ciudades en las que se puede hacer una gestión inteligente del tráfico, sustituir los transportes públicos por otros más ecológicos y con eso disminuir su impacto.

–¿En el caso de ciudades pequeñas o el mundo rural?

–En un pequeño centro urbano, por ejemplo, en una zona despoblada, la digitalización también puede ofrecer una mejor calidad de vida atrayendo a jóvenes y empresas a pequeños núcleos. Ya no es necesario estar presente en los grandes centros urbanos porque podemos utilizar los medios digitales para la actividad laboral, estos pueden a ofrecer una calidad de vida óptima en los lugares más despoblados.

–¿Cómo pueden hacerse realidad estas ideas?

–Es tarea de las regiones y las ciudades imaginar cómo pueden aprovechar estos fondos y estas nuevas facetas de nuestra vida, en provecho de un desarrollo más equilibrado.

–Según sus propios datos, en los próximos diez años se prevé que la población mayor de 65 años crezca más de un 25 % en una de cada cinco regiones, este envejecimiento afectará especialmente a las zonas rurales, ¿cuál es el futuro de las regiones despobladas?

–Es preciso repensar el territorio, localizar los polos urbanos y aquellas funciones que son necesarias para la vida. La digitalización va a permitir a muchas empresas y jóvenes optar por una mejor calidad de vida en una ciudad intermedia, en vez de estar todos conviviendo en una gran capital, donde la calidad de vida es mucho peor, esto ya lo vimos durante la pandemia. Pero para eso es preciso que haya una estrategia. Estos polos tienen que ser seleccionados, no podemos estar creando infraestructuras sin dimensión en todas las pequeñas localidades. Pero en un radio razonable tenemos que crear escuelas, proyectos culturales, sistemas de salud, sistemas de acceso a bomberos, en fin, un mínimo de infraestructura que haga que un ciudadano se sienta cómodo .

–Desde la política de Cohesión ven en la digitalización del medio rural una apuesta para conseguir que más personas puedan vivir allí, pero, ¿estamos aún a tiempo de frenar la despoblación?

–Cuando decimos que tiene que haber una definición de estrategia de abajo a arriba, estamos pensando exactamente en implicar a los ciudadanos locales y hacerlos llegar a una calidad de vida suficiente. El envejecimiento tiene que ser contrarrestado a través de estas estrategias de acceso a internet, pero requiere que seamos muy cuidadosos con la digitalización, porque algunas de esas personas no son capaces de utilizar lo digital de manera en la que puedan participar en una sociedad moderna en la que, desde las cosas más básicas, como pedir por ejemplo una autorización para una reforma en casa, son digitales. Ahora, tenemos que pensar que lo digital tiene un potencial muy grande pero tenemos que garantizar que no se cree una fractura digital, que de hecho las personas más mayores se queden completamente aisladas del resto del mundo. Los servicios públicos, de salud por ejemplo, tienen que ser capaces de adaptarse a esas circunstancias.

–Hace un año, la frontera entre España y Portugal estaba cerrada. Quedó clara la importancia de la cooperación transfronteriza entre Portugal del interior y la España Vaciada.

–Nosotros valoramos mucho esa dimensión y de hecho entre Portugal y España, en la mayor parte de la frontera, había en el pasado mucho vaciado de población, precisamente porque eran zonas históricamente de conflicto. Felizmente, las cosas han cambiado, las relaciones de uno y otro lado de la frontera son fraternales, de gran proximidad. En esas regiones más frágiles tener una frontera, una pared que impide compartir oportunidades y hacer proyectos conjuntos es completamente absurdo, no tiene ningún sentido.

–¿Cuáles fueron las consecuencias del cierre de fronteras?

–En realidad el cierre de fronteras durante la pandemia no afectó solo la frontera de Portugal y España, sino también en todas las frontera de Europa, el instinto primario de cada país fue cerrar. La Comisión Europea comenzó inmediatamente a decir que no podían cerrarse las fronteras. Había que dejar pasar los medicamentos, los médicos, las ambulancias y rápidamente los propios países se dieron cuenta, tenían que abrir la frontera. A partir de ahí, hubo una enorme cooperación de un lado y de otro de la frontera. Pienso que fue una mala elección para todos nosotros.

–La Raya sufre de despoblación severa, ¿como se puede revitalizar este territorio entre dos países?

–Tenemos muchos apoyos de cohesión exactamente para favorecer esas relaciones. Galicia – Norte de Portugal es una de las cooperaciones más antiguas de Europa y de enorme éxito, yo trabajé ahí como técnica hace muchos años. Hacemos innumerables cosas en términos de cooperación, en este momento hay de hecho toda una dinámica a lo largo de la frontera de colaboración entre los sistemas hospitalarios, porque las personas trabajan en un lado de la frontera y viven en otro. Esto prueba que la frontera es una cosa inventada por los hombres, pero que las comunidades locales y la naturaleza no reconocen en la práctica. Esto es lo que Europa también nos permite, compartir el espacio común.

–Cada euro invertido en la política de cohesión se convierte en tres euros después de quince años de inversión. Pero hay regiones estancadas en su desarrollo, ¿por qué? ¿Cuál es el problema?

La política de Cohesión funciona. Sea España o Portugal, no imaginamos lo que serian nuestros países sin política de Cohesión. Hay una fase inicial en la que hay tantas carencias que la inversión lo que hace es desbloquear infraestructuras, las carreteras, los abastecimientos de agua o las escuelas, es un impulso muy grande.

–Cuando los fondos de Cohesión cubren esas necesidades, ¿cuál es la segunda fase?

–Lo que se concluye es que a partir de cierto nivel medio de desarrollo ya no basta con seguir haciendo infraestructuras. Lo que se tiene que hacer es entrar en las maneras de aumentar el valor añadido y la productividad, y eso es mas sofisticado. Hay que apelar a las administraciones públicas sobre lo que les corresponde en términos de estrategia para el desarrollo, la relación entre las universidades y empresas, los centros tecnológicos y la verdadera formación profesional. Este es un desafío bastante exigente, pero tenemos los medios financieros para apoyar. Aquí lo que es importante es que a nivel de cada región haya un pensamiento sobre cómo es que se pueden utilizar los recursos humanos que tenemos una vez que las infraestructuras básicas quedaron cubiertas.

–La extrema derecha ha entrado en un gobierno en España por primera vez, parte de los ciudadanos de Castilla y León han perdido la confianza en las instituciones, ¿qué peligros conlleva esto?

–Es un asunto muy importante. Son esas regiones en las que las personas no sienten que sus hijos van a tener condiciones iguales o mejores que las que ellos tuvieron que comienzan a pensar que si este sistema no quiere saber de mi, yo tampoco quiero saber de él. Es muy importante el modo en el que esas lecturas políticas de abandono son alimentadas por una cierta sensación de que el sistema no se acomoda a los ciudadanos. Creo que tenemos que probar que de hecho nosotros estamos con las personas.

–¿Qué puede hacer Europa para demostrar que lucha contra el abandono?

–No es Europa la que pueda desarrollar los territorios. Son las personas que están en el terreno las que tienen que organizase y cautivar a los jóvenes para invertir la tendencia de pérdida de población. Del lado de los países tiene que existir esa capacidad de informar, nosotros intentamos hacer lo mismo.

–¿Cómo pueden los ciudadanos informarse sobre qué infraestructuras y proyectos financia la Unión Europea?

–Para eso nosotros mismos abrimos un proyecto que se llama Kohesio para hacer dos cosas, mostrar que el dinero de los contribuyentes se está utilizando, y también inspirar a quien quiera hacer propuestas y pensar cómo impulsar el desarrollo de su región. En Kohesio se puede encontrar inspiración y buscar otros casos de éxito. Tenemos que conseguir este desarrollo.

–¿Los ciudadanos son lo suficientemente conscientes de la financiación europea presente en su día a día?

–Esto creo que son señales de alerta de cómo podemos volver la política más practica, más concreta y más visible. Las regiones están desarrollando proyectos con mucho apoyo de la política de Cohesión de la UE, pero se olvidan de mencionar que es el dinero de Europa el que está ayudando en los centros de salud o las escuelas. Ese olvido hace que las personas no reconozcan que fue la solidaridad europea la que ayudó. Es importante que esta dimensión sea valorada y que las personas se den cuenta de que son todos los europeos, a través de sus impuestos, los que están ayudando al desarrollo de esas personas.

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