La ingeniera Montse Bragado fue este fin de semana la protagonista de la charla mensual presencial organizada para la treintena de jóvenes zamoranas —estudiantes de 3º y 4º de Secundaria— que este curso participa en una nueva edición del programa educativo STEM Talent Girls, puesto en marcha por la Fundación ASTI.
El objetivo de estas conferencias es que las participantes conozcan de primera mano las últimas tendencias en ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas o emprendimiento de la mano de mujeres profesionales de primer nivel. En el caso de Bragado, su objetivo era transmitir su experiencia personal con las TIC, a través de una carrera profesional de cerca de treinta años, la mayor parte de ellos en la empresa internacional HP, como consultora preventa y arquitecto de soluciones. “Todos, hombres y mujeres, podemos ser contribuyentes activos y de una manera positiva en el desarrollo social”, destaca, apuntando que, durante su desarrollo profesional nunca se ha sentido inferior, “pero se trata de un mundo muy masculino, por el hecho de que, mayoritariamente, hay hombres”.
Apuesta por la diversidad
Frente a esta realidad, Bragado reivindica una mayor diversidad “porque los distintos puntos de vista complementan. Debemos tener las mismas oportunidades, aunque seamos diferentes. Poder tener los dos puntos de vista es algo que complementa y es necesario porque, al final, la tecnología tiene que ser un reflejo de la sociedad, además de servir a la sociedad. Y está formada por hombres y mujeres”, argumenta.
Con sus estudios de Ingeniería de Telecomunicaciones, apunta que al haberse especializado en TIC, ha vivido un cambio tecnológico “apabullaste”, lo que le obliga —y también quiso transmitir al joven público— a estar en continua formación. “Estando en el campo de la tecnología no te puedes aburrir, todo va muy deprisa”, bromea, apuntando que con este trabajo “aportas un granito de arena para influir en que las personas vivan mejor o que la medicina avance”, pone como ejemplos.
Una experiencia para las alumnas
Sobre este tipo de iniciativas educativas, asegura que puede ser una excelente experiencia para las alumnas. “Nunca sabes de dónde te puede llegar la inspiración. Hay veces que, escuchando a una persona, puede cambiar tu punto de vista, haciéndote ver, razonar o pensar de manera diferente”, argumenta.
“Solo quiero transmitir mi pasión por la profesión y si con ello le llego a plantear la posibilidad a alguna niña de seguir por esta camino de la ingeniería para su futuro, algo habremos conseguido”, valora. “No pretendo influir en nadie, solo transmitir todo lo bonito que me ha dado este mundo”, finaliza.
