La Opinión de Zamora

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Semana Santa Zamora 2022

Zamora se acerca al 90% de ocupación para los días grandes de Semana Santa

La ciudad aspira al lleno total en la primera Pasión con procesiones desde 2019, aunque la hostelería teme el daño de la subida de costes

Procesión del Vía Crucis - Semana Santa Zamora.

La Semana Santa se acerca y Zamora ya se prepara para el impacto emocional del regreso de las procesiones y para la avalancha de turistas y de hijos de la tierra que se prevé para los días grandes: entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección. Según los principales portales encargados de las reservas hoteleras online en España, la ciudad roza, en estos momentos, el 90% de ocupación para el periodo situado entre el 14 y el 17 de abril, por lo que el lleno total aparece como una posibilidad muy plausible, toda vez que parece que la cita podrá discurrir dentro de una normalidad razonable, la que toca en las actuales circunstancias.

Desde luego, el sector trabaja con esas previsiones. La Semana Santa de Zamora abarrotaba la ciudad en los años prepandemia y no hay razones para pensar que la cosa vaya a cambiar una vez retirados los grilletes que habían retenido a los cofrades en sus casas en 2020 y en 2021: “Confiamos en que estos días van a ser buenos”, reconoce el presidente de los hosteleros zamoranos, Óscar Somoza, que incluso apunta a la posibilidad de mejorar las cifras de 2019.

Demanda desbocada: los precios

Lo cierto es que, en estos momentos, los precios de las habitaciones que siguen libres hablan de una demanda desbocada y de una subasta por las camas que podría llevar a una pareja a abonar más de mil euros en algunos casos por alojarse durante las tres noches principales en la ciudad. Lógicamente, también hay alguna tarifa más económica y los más previsores pudieron cerrar su presencia en Zamora para Semana Santa sin necesidad de dañar su cartera con un desembolso como ese.

Eso, si nos ceñimos a los cuatro días del puente, pero es que “el nivel de reservas es alto desde el Viernes de Dolores”, según Somoza. La Semana Santa de Zamora vive algunos de sus momentos más especiales entre ese día y el Miércoles Santo, lo que lleva a los turistas a adelantar su presencia en la ciudad para disfrutar de desfiles como el del Espíritu Santo, La Buena Muerte o el Silencio, por citar solo algunos ejemplos.

Medio rural

Además, Somoza advierte de las buenas previsiones que manejan para un medio rural que, en 2021, se convirtió en la tabla de salvación para el sector. Sin procesiones y con pocas vacunas, muchos turistas optaron por moverse a espacios abiertos para evitar las aglomeraciones, y ahí la provincia se hizo fuerte.

Para 2022, el escenario cambia, pero el sector confía en que el regreso estacional a los pueblos y la fuerza del turismo rural se haga valer de igual modo en los días de Pasión. De hecho, desde el colectivo Azehos, la preocupación no se centra tanto en la calidad de la oferta de la provincia como en la coyuntura económica actual.

“La espada de Damocles es el problema de los costes”

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En esa línea, Somoza apunta que “la espada de Damocles es el problema de los costes”. “Hemos mantenido los precios por ayudar, pero va a haber un golpe económico fortísimo. Incluso, aunque la Semana Santa sea espectacular”, indica el responsable de los hosteleros. La subida en la factura de los consumos y la coyuntura de la distribución mantiene en jaque a unos negocios que se resisten a trasladar de manera real esos incrementos a los clientes, en aras de evitar que su gente se retraiga.

Reservas antes de la subida de precios

En lo referente concretamente a los hoteles, Somoza señala que muchas de las reservas cerradas para Semana Santa se hicieron en el contexto de precios previo a las fuertes subidas experimentadas en las últimas fechas, lo que provoca que ahora se encuentren un tanto desfasados en lo que se refiere al margen para el establecimiento: “Hay que tener en cuenta que nosotros tenemos una dependencia absoluta de la energía, con luces y cámaras de frío que funcionan durante todo el día”, argumenta el presidente de Azehos, que demanda más comprensión para un sector que pasa por ser “el motor económico de España”.

En todo caso, Somoza espera que la situación vaya volviendo a su ser en los próximos días para apaciguar el malestar social y para permitir que las ciudades receptoras de turistas en Semana Santa puedan aprovechar el oxígeno que supone para los negocios el aluvión de visitantes. Esa esperanza convive ahora con la incertidumbre económica. Donde no hay dudas es en la respuesta de la gente. Zamora se llenará para disfrutar de la Pasión que tanto añoró en el vacío procesional de 2020 y 2021.

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