Terminas de comer y te dispones a leer LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA después de una larga mañana. Es tu momento favorito del día, preparas café y pides silencio para informarte de las mejores noticias de la provincia.
Pero hay algo que te impide llevar a cabo tu rutina diaria, escuchas un fuerte ruido de fondo que no deja de molestarte. "¿Qué está pasando?", piensas. Decides levantarte a comprobar por ti mismo lo que sucede ahí fuera y lo ves: los transportistas han vuelto a tomar las calles de Zamora, esta vez le ha tocado a la Avenida de las Tres Cruces, esto es lo que le pasó a un lector hace apenas unos días.
Pitidos y cláxones resuenan por la ciudad estos días ante la subida de los precios de la gasolina. Los camioneros han decido parar y reivindicar sus problemas y necesidades en un sector maltratado.
Si bien es cierto que la huelga de transportes no está teniendo apenas seguimiento en Zamora, pero si una amplia repercusión, ya que mantiene prácticamente paralizada la entrada y salida de mercancías a otros puntos del país. De ahí que el potente sector agroalimentario provincial pida “soluciones inmediatas” al Gobierno en una situación en la que se juntan los aumentos del precio de los carburantes, la escasez de algunos productos y ahora, la huelga de transportistas, una suerte de “tormenta perfecta” ante el que las industrias están aguantando sobre todo por el stock con el que cuentan pero que puede causar incluso la paralización de la producción y provocar mucho daño al sector primario de prolongarse más allá de una semana.
