La Diputación de Zamora mantiene la idea de suprimir el acto “VIP” del Jueves Santo. El presidente de la institución, Francisco José Requejo, ya había transmitido esta decisión en 2020, antes de que la pandemia borrara de un plumazo la posibilidad de hacer procesiones. Ahora, el dirigente liberal se mantiene firme en esa postura que le permitirá ponen fin a más de quince años de eventos de distinta índole, a los que acudían autoridades e invitados para poder disfrutar a continuación del paso de la procesión del Jesús Yacente y del cántico del Miserere desde la posición privilegiada que ofrece el edificio de La Encarnación.
Abrir la institución
Ya en su día, fuentes del equipo de Gobierno provincial confirmaron a este medio que este acto “se va a suprimir” con el objetivo de “abrir la institución a todos los zamoranos” sin distinguir entre autoridades y el resto. “No habrá ni comida oficial, ni se recibirá a nadie, ni se invitará a gente VIP”, aseguraron antes de la pandemia desde Presidencia.
La alternativa
Además, la intención de los responsables provinciales sigue siendo incidir en este gesto de cambio con una medida que complemente a la supresión del acto. Por ello, el equipo de Gobierno se ha puesto en contacto con asociaciones para invitar a personas con discapacidad a seguir la procesión y el cántico del Miserere desde la Encarnación.
La previsión es que la Diputación presente próximamente los detalles de esta iniciativa que, en su día, se planteó con la intención de que pudiera acudir una veintena de personas con algún tipo de movilidad reducida o de problema físico que les condicione: “Se trata de que venga gente para la que ver la procesión y el cántico desde la calle es más complicado”, aclararon fuentes del equipo de Gobierno en 2020. Ahora, habrá que ver si la hoja de ruta se ve muy condicionada por una pandemia que continúa activa y que obliga a mantener las precauciones y la distancia para evitar los contagios.
