El Juzgado de Violencia de Género de Zamora presenta una tasa de congestión del 50,7% en el año 2021, de modo que para poner al día todos los asuntos que tiene pendientes la jueza debería dedicarse en exclusiva durante cuatro meses a dictar resoluciones, autos o sentencias, sin recibir ningún caso más y con el mismo ritmo que viene teniendo en la actualidad.

El dato facilitado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en su estadística anual viene a confirmar la necesidad de que se cree un juzgado exclusivo para dar salida a las denuncias que cada año presentan las zamoranas y para dar respuesta a los 157 que se están investigando en la actualidad, procedentes de anualidades anteriores, y a los que se van incorporando los de 2022, como los 30 que se han registrado desde enero, estadística facilitada por el subdelegado del Gobierno central, Ángel Blanco.

Esta es una reivindicación que los abogados de la provincia vienen realizando desde hace más de una década, ya que el actual órgano judicial, el de Primera Instancia e Instrucción número 5, tiene competencias en materia civil y penal, lo que condiciona la dedicación la juez a este tipo de asuntos.

Hay que tener en cuenta, que anualmente, se reciben casi 400 casos de violencia machista, lo que implica que aproximadamente cada día una mujer zamorana acude al juzgado para denunciar a su pareja, de acuerdo con los últimos datos facilitados por la Fiscalía.

Los asuntos pendientes en el último trimestre de 2021 suponen una tasa del 71%, mientras que la tasa de resolución es negativa, en concreto del -76%, según los datos de ese periodo del CGPJ que recoge todas las actuaciones llevadas a cabo por cada uno de los órganos judiciales.

Por otro lado, el mayor porcentaje de víctimas de violencia de género se registra en el ámbito rural, de donde procede el 54% de las denuncias que llegan a los juzgados de la provincia, de acuerdo con la información facilitada por la responsable de la Unidad de Violencia sobre Las Mujeres de la Subdelegación, Marisa Manso.

Sin sala para que las víctimas no vean a sus maltratadores

El Ministerio de Justicia continúa haciendo oídos sordos a la petición del Decanato de los Juzgados para que el de Violencia de Género de Zamora disponga de una sala que impida a las mujeres cruzarse o tener que compartir pasillos con las exparejas a las que denuncian.

Es una deficiencia que se viene arrastrando desde que se puso en marcha este órgano judicial hace más de 13 años. Se trata de una reivindicación que se hace llegar a la Administración de Justicia en cada informe anual sobre deficiencias y necesidades de los juzgados como una de las medidas necesarias a tomar.

La situación es urgente porque el único lugar disponible para esperar a ser atendidas por los funcionarios o el juez de la oficina de penal es un pasillo, a modo de recibidor de las oficinas del Juzgado, en el que solo hay un banco de madera para aguardar.

La decana, Isabel Aguado García-Luján, ya manifestó a final de 2021 que “es absolutamente imprescindible terminar con esta situación” y dotar al Juzgado de una sala para que la denunciante y su familia, y el presunto maltratador no se tengan que ver.


La familia y amigos de la víctima, implicación esencial

Ángel Blanco volvió a pedir la colaboración ciudadana para denunciar situaciones de violencia de género que se detecten en el entorno tanto familiar, de amistades como social. Y destacó que esa cooperación es “altísima en la capital respecto de los pueblos de la provincia”, en los que resulta mucho más difícil que la sociedad se implique para luchar contra esta lacra social. De modo, que el porcentaje de denuncias por maltrato que llegan por esta vía es todavía bajo, indicó.

Las víctimas pueden pedir ayuda en el teléfono gratuito 016, las llamadas no dejan rastro