La Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús de Luz y Vida procesionará este año por primera vez con la Cruz de los Ausentes durante la Semana Santa, tras “adaptarla para que se cargue”, explicó ayer el presidente, Israel López Campos al término de la asamblea general que aprobó por unanimidad las cuentas de 2020 y 2021, así como las atrasadas que levantaron tiempo atrás polémica.

Los 40 hermanos asistentes a la reunión debatieron “la necesidad de tener local propio para lo que se están estudiando posibilidades”, indicó López Campos. La deliberación se pospondrá para después de Semana Santa, ya que la organización religiosa está volcada en reorganizar el desfile ante la rapidez con la que se autorizó.

Se acordó el cambio de cordón para 2023 “a coste muy reducido, lo que nos servirá para actualizar el censo de hermanos y hermanas”, en la actualidad de 669, concretó.

Por lo que respecta a las cuentas, “la cofradía tiene mejor salud económica, hay cierta recuperación por el aumento de altas, cerca de la veintena en el último periodo” y en crecimiento en este 2022. "Las cuentas están saneadas”, afirma el presidente de la Junta Directiva.

La hermandad dispondrá de 10.000 euros este año con el cobro de recibos, más los ingresos por la aportación de los anuncios de empresas en la base de datos que dejará más rendimientos, cuya aplicación tendrá un coste menor al estar implementada”.

Asimismo, se comunicó el cambio de la fecha para la imposición de medallones a los nuevos hermanos, que será el 19 de marzo. En cuanto a si los desfiles se realizarán con mascarilla o no, se está pendiente de lo que decida la Junta de Castilla y León.

En la asamblea, se habló de la necesidad de cambiar los estatutos para modificar la forma de notificación de comunicaciones a los hermanos y hermanas, y de crear la figura del hermano colaborador que, sin pertenecer a la cofradía, pueda realizar donaciones. Finalmente, se presentó al nuevo capellán, Diego Romera Fernández; y se designaron los mayordomos para 2022.

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE LA SEMANA SANTA EN ZAMORA