2.840 euros. Esta es la diferencia entre lo que ganan los hombres y lo que ingresan las mujeres en la provincia de Zamora, según los datos más actuales (los referidos al año 2020) publicados por la Agencia Tributaria. Según la estadística de Hacienda, los zamoranos tienen unos ingresos medios anuales de 17.675 euros. Pero dentro de esta estadística caben muchas variaciones.

Los datos de los varones indican que el sueldo medio, hablando siempre en bruto, asciende a 19.002 euros. El de las mujeres, por el contrario, se queda en 16.162 brutos. Teniendo en cuenta que se trata de salarios repartidos en 14 pagas anuales, esto viene a indicar que los hombres tienen un salario mensual de 1.357 euros brutos y que las mujeres se quedan con 1.154. En conclusión, 203 euros menos al mes.

Los datos de los varones indican que el sueldo medio, hablando siempre en bruto, asciende a 19.002 euros. El de las mujeres, por el contrario, se queda en 16.162 brutos

Los datos de Hacienda hablan, eso sí, de percepciones totales medias. No entran en el fondo de lo que se denomina “brecha salarial”, porque no tienen en cuenta las diferencias de salario en el mismo puesto de trabajo. Con todo, sí permiten ver una tendencia clara que se da en el mercado laboral de la provincia de Zamora y que se reproduce por todo el país. Las mujeres ocupan de forma más habitual aquellos puestos de trabajo que están peor remunerados, mientras que en los sectores donde los salarios son más altos es más elevada la presencia de trabajadores varones.

Menor tasa de empleo

Las cifras dejan además otra lectura, y es que las mujeres tienen que trabajar 54 días más al año para cobrar lo mismo que los varones. Los hombres han alcanzado, como término medio, los 16.162 euros brutos que ganan las mujeres antes de llegar a mediados del mes de noviembre. El 5 de noviembre, concretamente.

La secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO-CyL, Yolanda Martín Ventura, ha subrayado que la brecha salarial entre lo que perciben los hombres y las mujeres en la Comunidad se sitúa en el 21%, lo que supone que las féminas perciben alrededor de 5.200 euros menos al año que ellos. En el conjunto del país, según señaló la secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones del Trabajo, Carolina Vidal, la brecha alcanza el 24% y los 5.252 euros, si bien explicó que confían en que la subida del SMI y la reforma laboral permitirán bajar “cinco o seis puntos” la distancia el año que viene.

También diez puntos por debajo se encuentran las féminas en la tasa de empleo, mientras que ellas nunca han situado su tasa de paro por debajo del 10 por ciento, además de sufrir “precariedad en el empleo” que, según detalló en declaraciones recogidas por Ical, “viene dada por parcialidad y temporalidad”.

La temporalidad femenina

Asimismo, la tasa de temporalidad femenina alcanza el 26 por ciento, casi 4 puntos más que los hombres, y el 78 por ciento de la contratación parcial se hace a mujeres en Castilla y León, un porcentaje “creciente año tras año”, que conlleva también salarios más bajos. “El 40,9 mujeres ocupadas tienen ganancias menores de 15.000 euros anuales brutos, y el 25,72 por ciento de las mujeres tienen ingresos menores o iguales al SMI, mientras que el ratio en los hombres es del 11,12 por ciento. Además, en los salarios que están cinco veces por encima del SMI, el número de hombres dobla al de las mujeres”, lo cual significa que “existe una brecha salarial en los salarios más bajos y también en los más altos”.

Por todo ello, el lema del sindicato el próximo 8 de marzo será ‘Tenemos un plan para la igualdad’, ya que según comentó Vidal “los planes de igualdad son el mejor instrumento feminista que tienen las mujeres actualmente para intervenir desde el feminismo en las relaciones laborales”. El objetivo, señaló, es “hacer visible la brecha y exigir políticas públicas que saquen los cuidados de las familias para ayudar a las mujeres a incorporarse a las relaciones laborales en igualdad de condiciones”.

Trabajar a tiempo parcial agranda las diferencias con los hombres

La brecha salarial no es consecuencia de números sin más, sino de brechas laborales”, asegura Carolina Vidal, quien señala la “parcialidad estrepitosa” que mantienen las relaciones laborales de las mujeres, un elemento que “se ha convertido en estructural en el empleo femenino pero que es coyuntural en el masculino”. “En Castilla y León la parcialidad es mayor que en el resto de autonomías, y esa parcialidad supone la mitad de la brecha, Si trabajáramos en el mismo porcentaje de jornada que los hombres la brecha salarial se reduciría a la mitad”.

Tras considerar que “se valoran mal social, política y económicamente los cuidados”, un sector mayormente feminizado en el cual “los roles de género tienen una importancia determinante”.

Además, lamentó “el lastre y la penalización que aún supone la maternidad”, puesto que las mujeres tienen una tasa de actividad del 70 por ciento si no tienen hijos, que llega al 57 por ciento cuando tienen tres hijos o más.