La séptima edición del Concierto Solidario de Invierno de Música Militar volvió a contar con un destacado sello zamorano, gracias a las dos obras del compositor toresano David Rivas que la Unidad de Música de la Academia Básica del Aire estrenó en el Teatro Ramos Carrión.

Esta cita con la música militar ya se ha convertido en todo un acontecimiento cultural que, año tras año, los zamoranos esperan con la doble misión de disfrutar de melodías clásicas en directo y colaborar con alguna ONG de la ciudad. En esta ocasión, el precio de las entradas era un kilo de algún producto no perecedero, con una recaudación que se destinará a la delegación zamorana del Banco de Alimentos. Con este espíritu solidario nació este concierto, en el seno del Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, conjuntamente con la Subdelegación de Defensa y la Fundación Caja Rural, siempre con el Teatro Ramos Carrión como escenario de excepción.

Carmen Ferreras, directora del Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, antes del concierto. | Ana Burrieza

Pocas cosas han cambiado desde la primera edición pero una de ellas ha sido el director de la unidad. El capitán Julio César Ruiz Salamanca ha cedido la batuta este año a su compañero Raúl Martínez Villanueva, quien aseguraba antes del comenzar el concierto que intentaría continuar con la misma línea de su antecesor “y estar a la altura, pero cada uno tenemos nuestro estilo y se lo imprimimos a la dirección”.

A las siete de la tarde arrancaba el concierto —que volvía a la presencialidad tras la edición especial del pasado año, sin público— con una primera parte de carácter más sinfónico. Tras la pieza “Vuelos triunfales”, de Manuel Rebollo, llegaba la primera de las dos composiciones del músico toresano, “El asedio de Valencia”, un poema sinfónico inspirado en otra obra de Rivas, “La ruta del Cid”. Según las palabras del autor, “es una visión de la época de la reconquista desde la óptica del bando árabe. Describe todos los acontecimientos hasta que Jaime I llega a Valencia como rey”, resume.

El delegado de Defensa en Zamora, el coronel Vicente González, en el concierto de música militar del Teatro Ramos Carrión ANA BURRIEZA

Esta pieza fue un encargo de la Banda de Música de Santa Cecilia de Grao, en Valencia, y de su director de la banda joven, Enrique Barrachina. Tras su estreno en el Palau de las Artes el pasado diciembre, ayer fue la primera vez que se pudo escuchar en Zamora. “Cuando este tipo de bandas interpretan piezas con un componente bélico de épocas pasadas, le dan un toque especial”, aseguró Rivas, quien ejerció de narrador en esta parte para que el público siguiera la historia que se presentaba musicalmente.

Parte folclórica

Una canción del musical “Chess” puso el punto y aparte a esta primera parte del concierto, para continuar con una segunda mucho más folclórica, que arrancó con la segunda pieza zamorana del programa —esta sí, estreno absoluto—, el pasodoble “Alberto Durán”, inspirado en la figura del torero del Villamor de los Escuderos. “Este trabajo lo quise enfocar más que desde el perfil taurino, desde una pieza más de concierto, tratando de dar un impulso a este zamorano”, explicó Rivas, quien agradeció la oportunidad brindada para trabajar en una nueva obra. “Estrenar, y más en los tiempos que corren, es siempre una alegría”, subrayó, al tiempo que aplaudía que fuera en el Teatro Ramos Carrión donde se pudiera hacer.

Para el músico zamorano, esta sala cuenta con una acústica muy destacada. “Tanto como espectador ajeno a lo que ocurre en el escenario como cuando estoy de alguna manera involucrado, ya sea subido en el escenario o escuchando alguna de mis obras en el patio de butacas, el sonido es muy bueno y se proyecto muy bien”, apunta. “Como profesional y como espectador, tengo comprobado que se cuidó mucho este aspecto cuando se construyó el teatro”, añadió.

Público asistente al concierto militar del Teatro Ramos Carrión. ANA BURRIEZA

La segunda parte del concierto de la Unidad de Música de la Academia Básica del Aire continuó tras el pasodoble dedicado a la figura de Alberto Durán con ese tono festivo, gracias a la zarzuela “Pan y toros”, para dar paso en el escenario al coro de la unidad, que acompañó a la banda en la obra “Katiuska”, compuesta por Pablo Sorozábal.

Las siguientes piezas fueron más de corte militar, con “La orgía dorada”, de Jacinto Guerrero, y “Las corsarias”, obra de Francisco Alonso. Con el público totalmente encandilado con la maestría de la banda —compuesta por 35 músicos— y el coro, que acudió reducido a una veintena de miembros por protocolo COVID, llegaron los bises, donde los zamoranos pudieron acompañar tanto “Soy español” como el himno nacional, para terminar aclamando el buen hacer musical de esta unidad leonesa que cada año arranca los aplausos de los espectadores, sembrando un nuevo éxito con sello del foro del periódico.