Un espacio para el arte y la cultura desde la inclusión, un espacio pensado y abierto a la ciudadanía. Así es el centro sociocultural Peromato, un proyecto de innovación social impulsado por Fundación Intras para promover el desarrollo comunitario.

Un hombre en la zona de informática. | A. Burrieza

“Pretendemos ir más allá de la atención a personas vulnerables, queremos apoyar a ciudadanos activos que tengan ideas para mejorar su comunidad a través de la participación y queremos hacerlo desde Peromato hacia nuestra ciudad. Queremos estar en la comunidad y, sobre todo, ser comunidad” explican. El centro, financiado a través de proyectos europeos y de subvenciones públicas de índole socioculturales y de las cuotas de los socios, emplea a 16 personas que tienen un porcentaje de su jornada laboral vinculada a Peromato y dentro del equipo de trabajo hay personas con algún tipo de discapacidad.

Actividades en el centro sociocultural Peromato ANA R. BURRIEZA

Adrián Pérez Álvarez, tiempo atrás puso en marcha un proyecto deportivo inclusivo, ahora está al frente de este centro sociocultural y artístico que abrió sus puertas a finales de 2019. “Cuando comenzamos a tener una programación estable y a darnos a conocer entre los ciudadanos, irrumpió la pandemia”. Llegó el cierre y, poco a poco, la vuelta de la “normalidad”.

En la actualidad han recuperado prácticamente todas las actividades y sus 67 socios pueden elegir entre un amplio abanico de ofertas, desde talleres de coro, de expresión corporal, un club de lectura hasta talleres relacionados con diversas manualidades que llevan a cabo en una amplia sala donde todos ven a todos. En este marco desarrolla su función la leonesa María González, quien llegó al centro sociocultural de “una manera casual” buscando un lugar para hacer sus prácticas de Psicología. “Cuando acabé como sentía que aportaba de una manera diferente, no me lo pensé y me quedé como voluntaria”, agrega esta joven quien apunta que “el centro me ha hecho ver la vida de otra manera”. Meses más tarde, ha pasado a ser una de las trabajadoras que apoya “a la gente en lo que necesitan relacionado con los talleres de manualidades, aunque tenemos muchas más cosas que actividades manipulativas”.

Varias mujeres en Peromato ANA R. BURRIEZA

En el centro, que cuenta con exposiciones periódicas repartidas a lo largo de todas las dependencias, también llama la atención el espacio de “coworking”, donde puedes ver lo que hacen algunos de los trabajadores y los colaboradores del centro.

Peromato incluso dispone de un ámbito dedicado a las nuevas tecnologías abierto a quien quiera acercarse. “Es un espacio de resolución de dudas con el ordenador o el móvil e incluso algún socio me pregunta por tarifas de móviles”, testimonia con una sonrisa la trabajadora Raquel da Silva, quien, entre otros cometidos, coordina las redes sociales o la revista, donde intentan que los contenidos guarden relación con Zamora. Y precisamente en la publicación de Peromato colabora Jesús, un socio que ha trabajado en la hostelería y que contribuye con “¡Qué comemos hoy!” donde “planteo recetas típicas zamoranas”, explica este hombre que atestigua que “he pasado de un estado de ansiedad y depresión a encontrarme bien”.

Actividad desarrollada por Eduardo Cabrero y Marta Hernández EMILIO FRAILE

Pero en Peromato, situado en el antiguo cine Pompeya, también ceden el espacio “a cualquier actor cultural que necesite un lugar donde desarrollar sus actividades”, así desde Menesianos han efectuado alguna actividad en las instalaciones e incluso los artistas que exponen han presentado sus proyectos como Marta Hernández, que junto a Eduardo Cabrero, ha dado a conocer el proyecto de “Crueles. Personajes históricos que tuvieron el poder para serlo.