El título bien puede resumir el espectáculo flamenco vivido el pasado jueves como colofón de este cuarto de siglo caracterizado por flamenco de alta calidad. En definitiva, muy buena despedida de Daniel Pérez y excelente llegada de Chema Esbec. Y entre medias, una extraordinaria plantilla de profesionales que hace posible que el funcionamiento del teatro tenga la altísima calidad que tiene. Gracias a todos.

Jóvenes, aunque sobradamente preparados

Abre el Turry por farruca, acompañado por la solvente bajañí de Marcos Palometas. “Buenas noches Zamora, es para nosotros un lujazo estar con todos ustedes,” para abordar soleares apolás, Antonio El Portugués, Silverio, de nuevo El Portugués y la mal llamada de Charamusco, no muy ortodoxamente cerradas.

Se incorporan a las palmas y jaleos Cheyenne y El Indio, para entre todos dilucidar cantiñas. Siguen con precioso compás al golpe, por toná liviana, con letra compuesta por El Turry y alusiva al COVID, y cierre por María Borrico. Una excelente delicia interpretativa llena de creatividad, pero perfectamente asentada en las fuentes. Continúan por fandangos de Huelva, recordando especialmente a Paco Toronjo y cerrando “por tangos de mi tierra”, una muy buena actuación en líneas generales, demostrando cultura flamenca y capacidad de innovación. Descanso.

Igual se podía decir de Ángeles Toledano. Artista muy trabajada, con amplio conocimiento del flamenco y sello personal, cuadrando también una portentosa actuación. Acompañada a la guitarra por Benito Bernal y a las palmas por los hermanos Gamero, Fernando y Álvaro.

Abren por malagueñas del Mellizo, la corta y la grande, cerradas por rondeña y fandango de Frasquito Yerbagüena. Muy aplaudida.

Continúan por alegrías, para seguir por tientos y tangos. En los tientos acordándose de Caracol y en los tangos de La Niña de los Peines.

Siguen por seguiriyas, Manuel Torre, Loco Mateo, Francisco La Perla y Manuel Molina. De precisa ejecución y profunda jondura.

Cierra la jienense presentando a sus acompañantes, para acto seguido, interpretar bulerías con una calurosa despedida por parte del respetable.

En definitiva, dos jóvenes cabales, con sello propio y a la altura del listón puesto por las entregas anteriores.

¡Salud y hasta el año que viene!