Medio centenar de personas han secundado la concentración convocada por colectivos feministas y de la memora histórica para protestar por las intenciones de Vox para suprimir la legislación contra la violencia de género y el decreto de memoria histórica de Castilla y León.

Conchi Trufero y Charo Fernández han sido las encargadas de leer un manifiesto dirigido a los "demócratas de Castilla y León", en una concentración la que acudieron líderes sindicales y políticos de izquierdas, además de ciudadanos particulares. "La primera medida que la extrema derecha ha puesto sobre la mesa a cambio de su apoyo para la conformación de lo que sería un vergonzoso gobierno de ultraderecha en Castilla y León ha sido la derogación de lo que consideran "leyes de izquierdas": la Ley de Violencia de Género y el Decreto de Memoria Histórica de Castilla y León" normas, que recuerdan han sido aprobadas "en una comunidad que gobierna el PP desde hace 35 años. "Parece un chiste trágico".

Recordó Trufero que la Ley de Violencia de Género fue aprobada por unanimidad de todas las fuerzas políticas en las Cortes de Castilla y León en 2010. "La extrema derecha sigue prefiriendo a las mujeres en casa "con la pata quebrá" (...) si entran en las instituciones no os quepa duda de que las castellanas y las leonesas seremos más vulnerables y nuestras vidas correrán más peligro que las de las mujeres de otros territorios".

VÍDEO | Así ha sido la manifestación contra Vox en Zamora

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Con respecto a la memoria histórica, Charo Fernández destacó que (Vox) "pretende derogar un decreto que tiene más de simbólico que de eficaz, pero que ha traído un cierto consuelo a personas (en muchos casos ancianas) que buscan los restos de sus familiares asesinados y que también da una cierta cobertura legislativa a los colectivos memorialistas de nuestra comunidad autónoma", pese a su escaso presupuesto, ya que las intervenciones al amparo de esta norma apenas alcanzan los 15.000 euros.

"Es enfermizo el odio revanchista con el que la extrema derecha ataca a las minorías de cualquier tipo, sea por su nacionalidad, su género, su orientación sexual, su raza o su religión. Para ellos la sociedad debe ser una, grande y libre, pero resulta que la sociedad del siglo XXI es diversa, plural, compleja y desigual" y es obligación de los gobiernos "legislar con la mirada puesta en el bien común".

Se lamentó Fernández del apoyo que la ultraderecha está encontrando entre los jóvenes, "en parte culpa nuestra", ya que "llegan a la universidad sabiendo muy poco de la II República, la Guerra Civil, la dictadura franquista y la transición democrática".