El castaño de Santa Cruz de los Cuérragos, el fresno de la ermita de la Trinidad, la mimosa de Fornillos, los guindos de Gáname o el pino de Gema. Todos ellos forman ya parte del catálogo sentimental de árboles de la provincia, una iniciativa de Ecologistas en Acción de Zamora, que presentaron ayer para reivindicar el valor de la naturaleza. “No se trata de árboles de especies singulares o con alguna característica especial o de interés botánico, sino aquellos que, por alguna u otra razón, hayan significado algo para alguna persona, que se haya tenido una relación sentimental con ellos”, explicó la coordinadora de la ONG, Cristina Zelich.

Más allá de este objetivo de recopilación de ejemplares por toda la provincia, subyace el objetivo de remarcar la importancia de la misión de los árboles en la naturaleza, “sobre todo en esta época de cambio climático. Con tanta tala masiva e incendios se aceleran los acontecimientos y los árboles son muy importantes. Sin ellos, por ejemplo, no habría lluvia”, puso como ejemplo la coordinadora de Ecologistas en Acción Zamora.

“No solo son los principales sumideros del dióxido de carbono del planeta, sino que además proporcionan oxígeno, enriqueciendo y limpiando el aire que respiramos. Por otra parte, ayudan a prevenir la erosión de la tierra y protegen el suelo, ralentizando la escorrentía de agua y evitando posibles inundaciones. Son un elemento central en la conservación de la biodiversidad”, argumentan desde el colectivo.

Un roble de 250 años. L. O. Z.

Según los datos que maneja Ecologistas en Acción, Zamora cuenta con un patrimonio forestal que representa el 46,96% de la superficie total de la provincia. El 50,39% del total del suelo provincial es de uso agrícola y un 1,43% está ocupado por agua, mientras que el 0,13% es humedal. “El suelo ocupado por árboles supone en total 496.565,30 hectáreas, de las que casi un 47% son públicas y el resto privadas”, añadió Zelich.

La agrupación agradece la labor de las administraciones de catalogar a los árboles más monumentales y singulares para protegerlos, “pero eso no basta, hay que concienciar a toda la población de su importancia”, apuntó.

Es por ello que este catálogo se abre a toda la población, para que cada zamorano pueda incluir en esta lista natural un árbol que, de alguna manera, le haya marcado. “Hemos creado una página web de diseño sencillo y abierta, para que todo el mundo pueda aportar sus propuestas”, invitó Zelich.

La elección de estos árboles puede venir “por su valor botánico, por su valor cultural e histórico, pero también porque a su sombra sesteamos en verano, porque esperamos a que maduren sus frutos para hacer conservas para el invierno, porque nos transmiten fuerza o porque su floración nos sorprende año tras año”, puso como ejemplos la coordinadora.

La dirección de la página web es arboles.eeazamora.org y allí se podrán subir fotografías de los árboles con un pequeño comentario y la ubicación para que quien lo desee pueda visitarlo. “Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido alguna relación especial con un árbol y entre todos podremos construir un relato a nivel provincial”, animó.

Una mujer pasea entre alcornocales en Cerezal de Aliste. Chany Sebastián

Una particular carta de amor a la naturaleza en escena

“Cartas de amor a los árboles” es el título de la obra de teatro que presenta el próximo 25 de febrero (20.30 horas) Julio Fernández Peláez en el Principal, que se inserta dentro de este proyecto de Ecologistas en Acción de Zamora. El dramaturgo se inspiró para esta pieza al principio de la pandemia cuando se enfrentó a una tala masiva de árboles en su localidad, Manzanal de Arriba. “Aparte de formular la pertinente denuncia y ponerse en contacto con Ecologistas en Acción, también escribí esta obra, en la que transmito mi relación con los árboles de una forma muy poética”, adelanta el autor, quien estará sobre el escenario, donde él mismo cantará y bailará, en un intento de transmitir a través de su obra cómo “los árboles ayudan a la conexión con la naturaleza del ser humano”, subrayó durante la presentación de la obra de teatro. La historia explora “una insensata posibilidad, la de alzar la voz en contra del desierto unidimensional que se ha levantado ante nuestros ojos. Unas cartas que tienen su origen en la corta de unos robles centenarios en tiempo de confinamiento y que finalmente componen un relato personal sobre cómo sentir el mundo que nos rodea”, se explica en la sinopsis de la obra. Palabras, movimientos y cuerpo se combinan para dar como resultado “una fábula de la destrucción y en la que, sin embargo, es posible el amor hacia todo aquello que resiste. Una alegoría de la necesidad de empatía entre los seres que habitan un mundo sin corazón, aun a riesgo de caer en el salvajismo”, se añade. Tras el estreno de “Cartas de amor a los árboles”, el público conocerá el proyecto de Ecologistas en Acción en profundidad, con una charla donde se les explicará en qué consiste este catálogo y se le invitará a participar en él con sus propias experiencias.