Con motivo de la celebración la próxima semana del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica) repite la experiencia del pasado año con la jornada Conócelas Mujer y Ciencia, una propuesta para acercar a las aulas la labor de las investigadoras. En esta segunda edición, los colegios zamoranos Medalla Milagrosa, en la capital, y el CEIP de Moraleja del Vino se unirán al resto de centros escolares de toda España que recibirán esta visita, en la mayoría de los casos de manera virtual. “El año pasado estábamos en pandemia y por eso se optó por las charlas online, pensando además que se podría llegar a sitios a los que normalmente no acudíamos. Así es como pudimos llegar a colegios de zonas rurales más alejadas. Como la experiencia fue un éxito, decidimos repetir la misma fórmula este año”, explica Esther Castellano, trabajadora del Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca y coordinadora de las charlas en Castilla y León.

Una de las charlas sobre mujeres y ciencia del pasado año. Cedida

Los destinatarios de estas conferencias son alumnos de ESO y Bachillerato, “muchos de los cuales ya comienzan a tener inquietudes sobre su futuro y pensar si serán capaces de estudiar una carrera de ciencias”, apunta Castellano. Por eso, sostiene que poder charlar durante una jornada con una investigadora, “que les cuente su propia experiencia” es algo positivo para animar a su decisión. “Además, es importante darles referentes femeninos a las chicas, que seguimos pensando que determinadas cosas no son para nosotras. Pero si ves que otra mujer lo ha conseguido, eres consciente de que si quieres, puedes, que el único límite será el que tú te pongas. Lo de ser mujer no tiene nada que ver”, sentencia.

La investigadora reconoce además que todavía queda camino para visibilizar la parte femenina de la investigación y este proyecto ayuda también a ello. “Aún hay trabajo por hacer porque, aunque a nivel de estudiantes predoctorales los números están más igualados, a medida que nos vamos metiendo en etapas posdoctorales y de jefas de grupo, la brecha existe y está muy marcada”, razona. Para ella, esta brecha no solo se debe a temas de conciliación “sino que también, a veces, se debe a algo cultural o intrínseco a nosotras. Los chicos son más decididos y nosotras o no nos vemos en esos puestos o no nos atrevemos a intentarlo”, considera.

Por eso destaca que con estas charlas “se planta una pequeña semilla para que cuando ellos, pero sobre todo ellas, tengan que decidir sobre su futuro, les remueva algo por dentro y no se queden impasibles ante lo que les contamos”, afirma.

Desde Aseica se intenta “poner en el mapa” a las investigadoras de cáncer más relevantes de centros de investigación españoles y extranjeros y descubrir a todas esas mujeres que “hay detrás” de una bata blanca en colegios, institutos y universidades de todo el territorio nacional.