El comercio zamorano está en apuros. El problema se veía a simple vista pero ahora hay un estudio con datos oficiales que respalda esa percepción. La Cámara de Comercio de Zamora presentó este martes un estudio con cifras de la evolución del sector entre 1999 y 2021 y las estadísticas son demoledoras. En estos 22 años, la provincia ha perdido un 23,36% de las empresas que funcionaban dentro de este ámbito y las actividades comerciales se han reducido en un 14,14%. La despoblación y los cambios en los hábitos de consumo han puesto en jaque a unos negocios que necesitan reinventarse y recibir un impulso para poder salir a flote.

MAPA CON EL PORCENTAJE DE SUBIDA Y BAJADA DE LA CIFRA DE EMPRESAS POR MUNICIPIO (1999-2021)

Los encargados de desgranar los datos y de realizar este diagnóstico fueron los propios responsables de la entidad cameral, con Enrique Oliveira a la cabeza. El presidente de la institución compareció acompañado por su secretario general, Francisco Javier Díaz, y por el mandatario de Azeco, Ruperto Prieto. Los tres se afanaron en explicar un estudio que parte de las estadísticas oficiales procedentes del censo del Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

Javier Díez, secretario de la Cámara de Comercio. J. L. F.

Díaz fue el responsable de analizar los datos propiamente dichos, y quiso recalcar la influencia de la pérdida de población en estas cifras. Desde 1999, la provincia ha dejado escapar más de un 17% de su gente. No alcanza el 23,36% de desplome de las empresas comerciales, pero explica una gran parte. Además, desde la Cámara entienden que el vaciado de los pueblos provoca que determinados negocios pierdan su razón de ser, al tener la función prioritaria la venta de bienes y servicios a un grupo de población que va mermando.

En ese sentido, Díaz destacó que la actividad que más ha disminuido durante el periodo comprendido en el estudio es la del “comercio al por menor de toda clase de artículos”, un tipo de negocio “característico del entorno rural” que se ha desplomado de manera durísima. Desde 1999, la cifra de empresas de este ámbito ha caído un 51,84%, mientras que las actividades han bajado un 48,86%.

Hay que subrayar que el desfase entre la pérdida de empresas y de actividades tiene que ver con el hecho de que determinadas sociedades ofrecen más de un servicio, por lo que se puede concluir que ese tipo de firmas se ha incrementado en los últimos 22 años. Lo que no ha corrido la misma suerte son los negocios orientados a la carnicería, el pescado, la venta de calzado, los complementos o las droguerías, que se han visto arrastrados por la ola descendente.

Situación por municipios

En cuanto a la situación por municipios, los problemas son generalizados, más allá de determinadas excepciones como la que representa Morales del Vino, un lugar que crece en habitantes y en empresas desde hace años, al abrigo de su conversión en el principal núcleo del alfoz de la capital. En las antípodas de este lugar, la provincia cuenta con 26 municipios en los que ha desaparecido toda la actividad comercial en este periodo. Además, hay otros 51 en los que se ha esfumado todo el comercio al por menor.

En lo que se refiere a los tres grandes núcleos, todos exhiben una tendencia negativa, especialmente Zamora capital, que se sitúa ligeramente por encima de la media, con una caída del 23,8% en su cifra de empresas vinculadas al comercio. El desplome alcanza el 16,63% en Benavente y el 9,36% en Toro, según el estudio elaborado por la Cámara.

En la capital, la cifra total de empresas relacionadas con el sector comercial era de 2.021 en 1999; ahora, el número se ha quedado en 1.540. Las cifras demuestran que las imágenes que se perciben en los pueblos con todo cerrado y el recurso obligatorio de la venta ambulante, y el aspecto de las calles centrales de la ciudad con más locales vacíos, es solamente el síntoma de lo que es una crisis demográfica y de desarrollo de la provincia.

Oliveira alude a la ocasión abierta con las ventas vía online

El presidente de la Cámara de Comercio, Enrique Oliveira, quiso mostrar una visión esperanzadora de la situación del comercio zamorano: “A pesar de estos datos negativos, se abre una oportunidad a través de la vía online”, explicó el responsable de la institución, que habló de la pertinencia de acceder a los clientes por “vías menos convencionales”. Por su parte, el representante de Azeco, Ruperto Prieto, apuntó que el estudio ofrece la posibilidad de “corroborar cuáles han sido las tendencias y buscar soluciones”. “El comercio tiene que evolucionar y debemos sumar medidas para que el medio rural también tenga servicio”, abundó.

Las cabeceras de Sanabria y Campos sufren especialmente el impacto

El estudio muestra los datos concretos del grueso de los municipios y analiza especialmente lo sucedido en las localidades principales del territorio. Esa circunstancia permite señalar que las cabeceras de Sanabria y Tierra de Campos se han visto especialmente golpeadas por el cierre de empresas comerciales y cese de actividad en los últimos años. Por ejemplo, en el caso de Puebla de Sanabria, la cifra de empresas ha pasado de 73 a 56, un 23,29% menos; en Galende, la caída ha sido de 74 a 53, un 28,38% de desplome; mientras que, en Villalpando, la bajada de 71 a 50 implica casi un 30% de merma difícil de asumir para el territorio.