Uno de cada tres delitos denunciados en la provincia ocurren a través de las redes sociales, este incremento de los ciberdelitos mantiene preocupados a Policía Nacional y Guardia Civil, dado su crecimiento exponencial, según declara el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco García, en el balance anual.

Ese traslado de la delincuencia de la calle al ciberespacio se refleja claramente en las estafas y, de un modo más acusado, en la capital, por encima del 20%. En las localidades de la provincia, ese porcentaje desciende al 19%, una incidencia que también es destacable, abunda el subdelegado.

Las más comunes se realizan a través de tarjetas y cuentas bancarias, advierte Blanco García. Resulta imprescindible cerrar la aplicación bancaria que se consulta cada vez que se acceda a la cuenta online, así como no ofrecer ningún dato de las cuentas personales a través de redes sociales.

Son delitos difíciles de esclarecer por producirse, precisamente, en Internet, por lo que la formación en competencias digitales al ciudadano es esencial para prevenirlos, por lo que la llegada de la fibra al medio rural debe conllevar un esfuerzo de las administraciones en ese sentido, especialmente para las personas más mayores, colectivo más vulnerable junto al de los adolescentes.

Menos robos

Los delitos registrados durante 2021 ascendieron a 1.324 infracciones penales, según los datos del Ministerio de Interior, en una anualidad en la que los casos de violencia machista llevaron a 197 mujeres a denuncias a sus parejas por maltrato. Los delitos contra la libertad sexual (contra mujeres adultas), y de indemnidad sexual (contra menores) fueron 21 hasta el tercer trimestre del ejercicio pasado, un número propiciado porque las víctimas tienen cada vez menos temor a a acudir a las autoridades. Por volumen de infracciones, los delitos contra el patrimonio motivaron 747 denuncias, frente a las 1.129 de 2019. Los robos con violencia e intimidación, con nueve denuncias cursadas, han descendido en un 18%; y los ocurridos en domicilios también han experimentado una bajada del 1,64%, al contabilizarse 60.

Por lo que respecta a las explotaciones agrarias, sus propietarios sufrieron 61 robos, frente a los 79 de 2019, datos que verifican la operatividad del Plan Roca de la Guardia Civil. Las denuncias de la Policía Nacional y la Guardia Civil por tráfico de drogas sumaron 21 y volvieron a los parámetros de 2018, cuando se registró ese mismo número, frente a las 13 de 2019.

En concreto, la tasa de criminalidad se situó en el 28,5 delitos por cada mil habitantes, la más baja de los últimos doce años, siempre sin contabilizar la que resultó del año 2020, cuando las restricciones por la pandemia del COVID implicaron una caída importante de delitos. Por otro lado, la eficacia policial creció en cuanto al porcentaje de delitos esclarecidos y dejó la tasa en 45,9, un aumento que también se dio en el número de detenidos y de investigados.