El exedil de Hacienda Juan Carlos Calzada, al que el presidente de Faveza, Artemio Pérez, ha acusado de llegar a un acuerdo verbal con San José Obrero para arreglar el problema de la deuda asegura que en su momento se actuó con este barrio como se hizo con cualquier moroso municipal.

Calzada explica que existía, efectivamente, una deuda de la Asociación de San José Obrero por el impago del IBI de la propiedad de La Josa y lo que se hizo es un trabajo en profundidad para deslindar, primero, qué terreno era propiedad municipal y cuál era de la entidad vecinal y en segundo término fijar la cantidad adeudada, los intereses y el calendario de pagos. “Esto no fue una conversación o un acuerdo verbal entre el anterior presidente de San José Obrero y yo, sino que se formalizó un decreto para regularizar la situación, en el que se fijaba la deuda, los intereses y el calendario de amortización. Como se hizo con otros deudores municipales en nuestro trabajo de poner al día las deudas contraídas con el Ayuntamiento”.

“Está informado”

El presidente de San José Obrero, Daniel Illán niega también que haya habido ningún tipo de irregularidad o trato de favor para con su asociación de vecinos y constata cómo tanto por parte del Ayuntamiento, como en el Consejo Sectorial como por parte de la entidad que preside y él mismo en conversación telefónica personalmente con Artemio Pérez, el presidente de Faveza, se le ha informado puntualmente de la situación.

Por tanto no ha habido ningún tipo de ocultación. Illán constata que las afirmaciones de Calzada son ciertas, es decir, hubo un proceso de deslinde de la parcela de La Josa, se determinó qué era propiedad municipal, qué era del barrio, lo que se debía, los intereses y el calendario de pagos. “Entendemos que al haber un acuerdo sobre el calendario de pagos y estar cumpliendo la asociación no puede considerarse morosa del Ayuntamiento”, explica Illán. Por otra parte está el acuerdo firmado por el Ayuntamiento, como asociación de utilidad pública con el fin de llevar a cabo actividades en los locales y propiedades de La Josa, que son de la asociación de vecinos, por los que el Ayuntamiento aporta unas cantidades siempre con la correspondiente justificación. Por tanto, lo que se concede a San José Obrero son los cinco mil euros de cualquier asociación y otra cantidad por un concepto totalmente diferentes, que es la realización de actividades en beneficio de toda la ciudad.

Illán no entiende la postura de Artemio Pérez: “sólo él sabe con qué propósito ha hecho este tipo de declaraciones, no se si es por un interés político”. Pero entiende que la mejor forma de evitar que los políticos se inmiscuyan en el movimiento vecinal es la unidad.

El presidente de San José Obrero no cree que el trabajo de las asociaciones de vecinos deba ir por la línea de buscar “agravios comparativos, sino por el camino de la unidad. No tiene sentido que yo protestara, por ejemplo, porque se le haya hecho un local vecinal a la asociación de Vista Alegre, porque eso es un bien para todos. O de otras actuaciones que utilizan locales municipales o les han hecho pistas deportivas. No me parece que debamos ir en esa línea, sino en la de la unión para defender los intereses de nuestros vecinos”.

Artemio Pérez “primero alaba nuestra labor pero luego la echa por tierra y deja caer que ha habido una cacicada sin ningún tipo de control. No ha habido nada de eso y él lo sabe, porque se lo ha explicado el Ayuntamiento, el consejo sectorial y yo mismo. Otra cosa es que él tenga una valoración diferente, pero no puede decir ni que se haya hecho de forma oculta o de manera ilegal, porque no es cierto”.

Movimiento vecinal

El presidente de la otra federación de vecinos de Zamora, Movimiento Vecinal Zamora, Venancio Santos, también expresó su malestar con las palabras de Artemio Pérez. “Nosotros tenemos un local de nuestra propiedad y nos tenemos que hacer cargo del IBI y todos los gastos con la subvención de cinco mil euros del Ayuntamiento, mientras Pinilla no paga un euro por las escuelas municipales, y no nos quejamos. Es que no podemos entrar en esos detalles que no llevan a ningún lado. Cada barrio tiene unas características y unas necesidades y no se puede estar todo el rato con los agravios comparativos”.