El obispo de Zamora, Fernando Valera Sánchez, efectuará a partir de lunes su primera visita “ad limina apostolorum” a Roma. Monseñor Valera viajará acompañado desde diócesis por el vicario general, César Salvador, y por el provicario, Pedro Faúndez.

Los sacerdotes de Zamora formarán parte del cuarto y último grupo de obispos españoles que han acudido en las últimas semanas a Roma en visita “ad limina” y se desplazarán junto a los prelados de las provincias eclesiásticas de Valladolid, de Toledo, de Madrid y del ordinario castrense.

La visita “ad limina” es aquella que han de realizar todos los obispos católicos cada cinco años a Roma. Comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, como expresión de comunión eclesial, así como el encuentro con el Papa como sucesor de san Pedro. “Es volver y recordar nuestra identidad como parte de la Iglesia”, precisa el vicario general de la diócesis, el sacerdote César Salvador.

La estancia en Roma, del 24 al 29 de enero, incluye también informar sobre la situación de la Iglesia en la diócesis que cada obispo tiene encomendada. Así desde la diócesis de Zamora se remitió, hace ya algunas semanas, un informe de más de 200 páginas de extensión con la descripción y datos objetivos de la iglesia particular de Zamora así como algunas valoraciones sobre aspectos concretos. “Este documento se ha elaborado a través de las distintas vicarías y delegaciones diocesanas para que de esta manera el Santo Padre pueda tener una visión amplia de la realidad de la diócesis”, añade el vicario.

El papa Francisco se había visto obligado a suspender estos encuentros a causa de la situación provocada por la pandemia y la última visita “ad limina” de los obispos españoles tuvo lugar en el año 2014 y que en aquella ocasión la diócesis estuvo representada por el entonces obispo de Zamora, el fallecido Gregorio Martínez Sacristán.

El obispo de Zamora no había tenido ocasión hasta el momento de encontrarse con el Santo Padre tras su nombramiento y toma de posesión como prelado de la diócesis en diciembre del año 2020. “Me produce una gran alegría acudir a Roma ya que por la pandemia no pude ir tras mi toma de posesión” apunta Fernando Valera. El prelado asegura que “es una alegría experimentar estos días de comunión con el Santo Padre y con el resto de obispos”.

La visita de los prelados españoles incluye la celebración de la eucaristía en las cuatro basílicas mayores de la cristiandad en Roma, la visita a algunos dicasterios (oficinas y departamentos de las distintas áreas de trabajo de la Iglesia Católica), una recepción en la Secretaría de Estado y en la Embajada de España ante la Santa Sede, y, por último, la audiencia del obispo con los obispos.