La genuina cofradía del cencerro no recorrió anoche las calles de Zamora como vienen haciendo desde décadas. Sus 43 integrantes ataviados con el traje de tratantes y acompañados por el burro Boliche, al que cuidan con mucho mimo, no se reunieron por segundo año consecutivo. “Desgraciadamente no está la situación como para salir y reunirnos” comenta con tristeza en su voz el Burro Mayor, Ángel Centeno, quien concreta que “entrar 40 personas en bar y en otro e ir a cenar todos juntos supone un peligro y hay que ser consciente de las circunstancias que vivimos”. La medida, propuesta por Centeno, contó con un respaldo “por unanimidad” en una reunión efectuada el pasado diciembre.

Este enero se cumplen 60 años de la primera salida de esta “cofradía civil” integrada por un grupo de amigos que “con los años nos hemos convertido en una familia” apunta Ángel Centeno que junto a Manuel Ramos y a Pepe Barrio son los únicos fundadores ahora vivos. “Mi abuelo era carpintero y se reunía con sus amigos en la carpintería a comer la sanantonada. Cuando él falleció yo comencé a reunirme con mis amigos y cada año se sumó más gente hasta que en 1972 salimos por la ciudad” explica Ángel Centeno.

Las bodas de diamante de la cofradía del cencerro, que pone en valor a los animales, contaban con un programa de festejos ahora suspendido. “Lo aplazamos y como no dependemos de ninguna autoridad ni civil ni tampoco religiosa... ¡a lo mejor en junio salimos!”, bromea Centeno.

Aquí puedes ver el acto y la procesión en años anteriores a la pandemia.