El futuro Museo de los Tapices ideado por el Obispado ha sido asumido por el Ayuntamiento de Zamora como un proyecto estratégico para la ciudad. El alcalde, Francisco Guarido, ha comprometido a Fernando Valera aportación económica para que la iniciativa llegue a buen puerto. Sin embargo, en el seno de la Casa de las Panaderas consideran que la Junta de Castilla y León debe dar un paso al frente y contribuir de manera decidida en la reforma del Palacio Episcopal. Habría de hacerlo al menos, a juicio municipal, para licitar las obras, habida cuenta de que es la administración “que mayor capacidad tiene” para intervenciones complejas de esta índole, y siguiendo el modelo de otros grandes proyectos como el del centro cívico.

El papel del Ayuntamiento de Zamora en este proyecto será “fundamental”, en palabras del propio Francisco Guarido. Hace meses, el obispo Fernando Valera visitó las dependencias municipales para mantener una reunión con el regidor en la que le expuso el plan. Un proyecto de futuro “muy importante para la ciudad”, según ha destacado el alcalde, que contribuirá a incrementar la riqueza turística de la ciudad y a establecer una auténtica ruta museística de peso, con el fin último de que los visitantes puedan alargar su estancia en la capital por más de un día.

El Museo de los Tapices será “un recurso cultural de primer nivel para atraer turistas” a la ciudad, como así han defendido desde el Ayuntamiento de Zamora. Sin embargo, a juicio del Obispado, es importante también que los propios zamoranos puedan disfrutar de este elemento patrimonial. Así lo exponía el propio monseñor Valera hace unos meses, cuando afirmaba encontrarse en la obligación de abrir el espacio. “Tenemos algunos de los mejores tapices del mundo y la sociedad de Zamora merece que los pongamos en valor”, detallaba.

Para este proyecto, el Obispado de Zamora cuenta con el edificio civil más importante de la diócesis, como es el Palacio Episcopal. No obstante, problemas estructurales obligan a realizar una intervención integral y es ahí donde la institución eclesiástica necesita el apoyo de las administraciones locales y regionales. El Ayuntamiento de Zamora ha confirmado ya su participación, como también lo ha hecho con el Museo de Semana Santa. Dos de los proyectos a futuro más importantes para revolucionar el turismo de la capital de cara a los próximos años y que se integrarán en la ruta museística ya existente en el conjunto de la capital.

En el aire, por el momento, queda la aportación de la Junta de Castilla y León que ya ha pedido públicamente la principal administración local.