Una conversación distendida en una cafetería entre dos amigos, dos artistas que cultivan distintas disciplinas y que optaron por intentar suman fuerzas en un proyecto que ha llegado a buen puerto y que finalmente se ha materializado en un atractivo libro titulado “Cuatro estaciones”.

Conjunción de sensibilidades

Los amigos son el polifacético Paco Somoza y el poeta Ángel Fernández Benéitez. El primero un buen día hace ya varios ejercicios, corría el año 2019, le mostró al escritor algunos de sus numerosos apuntes de acuarelas, en concreto cuatro libretas dedicadas a cada una de las estaciones del año. A partir de ahí “se nos ocurrió la idea de adosar un poema a cada una de las acuarelas”, explica el escritor zamorano a modo de introducción en las primeras páginas del volumen que plantea cada uno de los cuadernos a partir de la primavera siguiendo el esquema de acuarela y poema.

Conjunción de sensibilidades

La publicación es “un juntar de miradas, la mía una mirada plástica sobre el paisaje, y la de Ángel, una mirada poética. Es una coincidencia de sensibilidades”, concreta Paco Somoza quien subraya que “es un libro en que nada está supeditado a nada. Todo tiene la misma importancia”, enfatiza el arquitecto apasionado de la pintura que con anterioridad ya había aunado sus acuarelas a textos de amigos en el libro “Semana Santa de Zamora”, publicación en la que también colaboró, entre otros, el propio Fernández Benéitez.

Somoza, además, ha seleccionado las ilustraciones a partir de la relación, principalmente, de la ciudad con la naturaleza porque “a lo largo de las estaciones es donde más percibimos el cambio, pues se transforma”. En la mirada plástica pueden identificarse apuntes de la comarca de Sanabria o de la zona de Sayago sin olvidar rincones de la capital, desde el tradicional skyline de la ciudad capitaneado por el cimborrio de la Catedral, pasando por múltiples vistas del Duero e incluso los diversos puentes que permiten capean al río, entre otras muchas creaciones. “Aquellos paisajes de nuestro entorno donde yo veía cosas que me apetecía dibujar”, describe su autor. “Son acuarelas de una primera intención. No las estaba haciendo para publicarlas... eso ha venido mucho después”, concreta el arquitecto.

Por su parte, el poeta Ángel Fernández Benéitez atestigua que empezó la escritura de manera “muy aplicada”, “haciendo muchas pruebas” y observando también “cierto riesgo”, pues “si me ponía a escribir un poema para cada acuarela, veía que el proyecto no concluiría nunca”. Y es que de cada estación Somoza aportaba más de 25 acuarelas.

Autor de más de una docena de poemarios, aunque a él no le guste esta denominación, Benéitez optó por volver a aquellos versos propios donde hacía alusión a la primavera, en tanto que primera edad del hombre, a versos presentes en “Cuaderno de otoño” o incluso a material sobre el invierno que ha visto la luz en “El sistema en la niebla”, separata de El Extramundi y Los Papeles de Iria Flavia.

En el acercamiento a estos versos, publicados a principios de este siglo, ha primado “la unión de un poema a una acuarela”, un proceso que ha conllevado “una especie de cuestionamiento de lo que había escrito”, reconoce el escritor. Benéitez se muestra satisfecho de haber rescatado poemas como “Sonata de Chiesa” que pertenece a un libro que no se ha editado o de la incorporación de obra nueva escrita para la ocasión, como el poema “La fuente peregrina”, uno de los escasos poemas que cuenta con título porque “esa fuente me resultó muy evocadora y muy simbólica de los azares a los que nos vemos sometidos los humanos por los caprichos de otros”, justifica. Además, Fernández Benéitez detalla que el proceso de creación del libro “Cuatro estaciones” ha sido un diálogo entre las acuarelas y su propia obra, una conversación en la que “el poeta actual ha respetado algunos de los versos originales” mientras que algunos “lo he reescrito desde el que ve ese poema desde otras perspectivas”. “Un tercio es novísimo, un tercio usado y un tercio rehabilitado”, resume.

Un libro para ver y para leer, un volumen que aproxima a la belleza desde distintas sensibilidades.