Más de la mitad de las consultas con el médico de cabecera se han desarrollado sin que el paciente estuviera de cuerpo presente, es decir, en la denominada modalidad no presencial. De cada diez pacientes que requirieron consulta médica casi seis la tuvieron por la modalidad no presencial, según los datos de la Consejería de Sanidad referidos a la provincia de Zamora. El dato podría ser más o menos el esperado, teniendo en cuenta la realidad que viven día a día los pacientes. Pero quizá resulte más llamativo otro dato: son, en general, los habitantes del medio rural los que tienen más consultas presenciales, y los de las zonas urbanas los que más consultan con su médico a través del teléfono.

Los extremos son claros. En Carbajales el año pasado sólo una de cada diez consultas se hizo de forma no presencial, mientras en el centro de salud Virgen de la Concha de Zamora casi ocho de cada diez se llevaron a cabo sin que el paciente estuviera presente en la sala.

El advenimiento de la pandemia, allá por marzo de 2020 y la necesidad de preservar en lo posible consultorios y centros de salud como lugares seguros, limpios de coronavirus, obligaron a establecer modalidades como la cita previa y la consulta telefónica con el fin de evitar en lo posible la circulación de personas en este tipo de recintos sanitarios.

Pasó lo más duro de la pandemia pero algunas de estas estrategias se demostró que habían venido para quedarse. Y no tanto ya por la higiene de consultorios y centros de salud de Atención Primaria, que también, cuanto eran fórmulas que permitían una más adecuada gestión de la demanda. El anterior equipo de la Consejería de Sanidad diseñó una estrategia para que el paciente primero, llamara al centro de salud y el función de su demanda se le atendiera de la forma más eficaz, bien para asuntos administrativos, de enfermería o médicos.

En el caso de la consulta médica se entendía que hay asuntos que se pueden resolver por teléfono, como por ejemplo, dar a conocer el resultado de unos análisis o actualizar una receta médica, lo que permite aligerar la agenda de las citas presenciales para lo que realmente requiera la consulta médica.

Teoría y práctica

Claro que la teoría no siempre funcionaba como es debido y eran frecuentes los colapsos telefónicos en los centros de salud, que impedían esa comunicación y, en el mundo rural con una población más envejecida y mayores problemas de conexión este tipo de fórmulas venían a suponer, en la práctica, un freno a la accesibilidad de los pacientes al sistema sanitario. Agravado porque la emergencia sanitaria, primero, y la falta de efectivos, después, dejó a muchos consultorios locales cerrados durante largas temporadas.

Sea como fuere, y funcionando con las mismas normas, lo cierto es que los centros de salud rurales han mantenido en mayor medida las consultas presenciales que los urbanos. En Sayago sólo el 15% de las consultas han sido telefónicas. En Sanabria, Alta Sanabria y Aliste este tipo de atención no presencial afectó a una de cada tres consultas (con porcentajes, respectivamente, del 36, 36 y 39%). En Guareña y Zamora Norte las consultas de médicos de familia no presenciales ascendieron al 44%, en Tábara y Vidriales un punto más, hasta el 45%, y en la zona básica de salud de Tera el 49%, prácticamente la mitad.

El resto de zonas básicas de salud mantuvo más de la mitad de consultas no presenciales.

Benavente y Zamora capital

Con más de la mitad de las consultas médicas en formato no presencial aparece Benavente y los pueblos de su entorno (con porcentajes prácticamente idénticos en torno al 53% tanto en el Norte como en el Sur), Toro (56%) y Campos Lampreana (58%).

Por encima del 60% están las zonas básicas de salud de Villalpando, Carballeda (61%) y Corrales (68%). Y donde más se ha utilizado la consulta no presencial ha sido en los centros de salud urbanos de la capital y en Zamora Sur, que comprende pueblos importantes del alfoz urbano. En la capital la media es de un 72% de consultas no presenciales, según los datos de la Consejería de Sanidad.

En Santa Elena casi siete de cada diez consultas con el médico de cabecera fueron el pasado año por teléfono (69%); en Puerta Nueva y Parada del Molino llegaron a suponer un punto porcentual más (70%), en Zamora Sur llegaron al 72% y en la zona básica de salud Virgen de la Concha casi a ocho de cada diez (79%).