La estación de tren de Andavías ya no existe. Es escombro. Su derrumbe por parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias supone el punto final de la crónica de una muerte anunciada, pero no por sabida deja de ser dramática. Es el sino de una línea condenada al ostracismo. El desmantelamiento de la Zamora-Orense ha dejado un reguero de edificaciones singulares sobre las que se cierne la misma sombra. El abandono conlleva peligro para el propietario. Y lo que menos desea el propietario son problemas. Una ecuación cuya única solución es la de la destrucción.

Lo que ADIF ha hecho en los últimos compases del año 2021 con la estación de Andavías es el inicio de una senda que amenaza con terminar con varios de los apeaderos situados en la línea que conecta Zamora con Puebla de Sanabria. Esta edificación, recientemente demolida, se encontraba en ruinas desde hace más de dos décadas. En el año 2019, el inmueble sufrió un derrumbe parcial en el tejado que hacía saltar todas las alarmas. Fue el principio del fin.

Diferentes instantáneas de la antigua estación de tren de Andavías, que ADIF ha decidido eliminar ante el riesgo producido por su estado de abandono creciente. |

El desenlace de Andavías estaba entre los planes de ADIF para evitar problemas mayores. Este tipo de edificaciones abandonadas, situadas en las afueras de los núcleos poblacionales, son a menudo escenario de botellones y de visitas de curiosos y cualquier desprendimiento o derrumbe como el acaecido en 2019 podría resultar fatal si alguien se encuentra dentro. A falta de otro uso, el administrador ha apostado por la calle de en medio y ha metido las máquinas para sacudirse riesgos. Una política que podría continuar, si nadie lo impide, por otras construcciones de la misma índole como son las de Losacio, La Torre de Aliste o Abejera. Icónicas edificaciones que podrían pasar a la historia en un futuro no lejano.

Frente a eso, existen propuestas de la sociedad civil como la que persigue desde hace años el Grupo Tren Zamora, que en sucesivas ocasiones ha puesto en liza el proyecto “Serranía en vía”, de la provincia de Cuenca, para la recuperación de estaciones de ferrocarril para el uso turístico. Recientemente, con motivo del derribo de la estación de Andavías, la organización apuntaba en sus redes sociales si no sería oportuno que ADIF cediera los edificios a los ayuntamientos antes de proponer su reducción a escombros, máxime cuando se trata de auténticos exponentes arquitectónicos, como puede ser el caso de Abejera o La Torre de Aliste.

Patrimonio ferroviario: fin de trayecto

Estos antiguos apeaderos de la provincia de Zamora son testimonio vivo de una época pasada en la que el ferrocarril era el medio de transporte vertebrador del territorio. Cumplida esa función, bien podrían ahora servir de otra forma a sus ciudadanos, que para eso fueron construidos.